No se puede retrasar el reloj, pero sí se pueden hacer algunos cambios para combatir los pequeños dolores, las arrugas, los fallos de memoria y otras partes del proceso de envejecimiento.
1/12
Tanto si se trata de una vieja lesión que no deja de reaparecer como del comienzo de la artritis, es más probable que sientas algunos dolores con más frecuencia a medida que envejecemos. El movimiento regular puede aliviar el dolor y flexibilizar las articulaciones. Prueba a hacer ejercicios de bajo impacto, como la natación, el yoga o el tai-chi. Las almohadillas térmicas o las bolsas de hielo también pueden ayudar. Si no te alivian lo suficiente, habla con tu médico sobre los medicamentos de venta libre o con receta, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Arrugas
2/12
Aparecen cuando la piel se vuelve más fina, más seca y menos elástica. Pero algunas cosas pueden empeorarlas, como el tabaco y los rayos ultravioleta del sol o de una cama de bronceado. Para aliviar estos signos de envejecimiento, protege tu piel del sol y, si fumas, deja de hacerlo. Algunos productos para la piel, como las cremas hidratantes o los retinoides recetados, pueden hacer que las arrugas sean menos visibles. Pero hay que darles tiempo para que actúen: la mayoría necesitan entre 6 semanas y 3 meses para mostrar resultados. Un dermatólogo puede ayudarte a saber qué es lo mejor para ti.
Pieles secas
3/12
Protegerse del sol y dejar de fumar también ayudará a este problema. También lo hará el hecho de vigilar la cantidad de alcohol que bebes, ya que puede deshidratarte. Es buena idea que las duchas o los baños duren menos de 10 minutos y que utilices agua tibia en lugar de caliente. A continuación, ponte enseguida una crema hidratante fuerte a base de aceite por todo el cuerpo.
Pérdida de músculo
4/12
Muchas personas pierden fuerza y resistencia a medida que envejecen, pero la razón no es realmente el proceso de envejecimiento. Muchas personas simplemente dejan de trabajar los músculos clave. La frase "úsalo o piérdelo" se aplica en este caso, así que comprueba si puedes empezar a entrenar con pesas para aumentar tu fuerza. El ejercicio regular, como caminar, trabajar en el jardín o nadar, también puede ayudar. Intenta hacer al menos 30 minutos al día; puedes dividirlo en dos sesiones de 15 minutos si te viene mejor.
Cambios en el sueño
5/12
Tu necesidad de dormir no cambia con la edad, pero sí tu capacidad para hacerlo. A las personas mayores les cuesta más conciliar el sueño, tienen períodos más cortos de sueño profundo y se despiertan más a menudo en mitad de la noche. El café y el alcohol pueden provocar estos problemas, por lo que reducir su consumo puede ayudar. Además, es importante mantener bajo control los problemas de salud que pueden afectar al sueño, como la hipertensión o la enfermedad de reflujo gastroesofágico. Habla con tu médico si tienes problemas para dormir.
Problemas de memoria
6/12
Pueden parecer alarmantes, pero forman parte del proceso normal de envejecimiento. Tu cerebro cambia a medida que envejeces, lo que puede afectar a tu capacidad de recordar cosas. Es posible que tenga que recurrir a algunos trucos, como hacer listas, seguir una rutina y colocar los objetos en un lugar fijo. Pero algunos hábitos también te ayudan a mantener la memoria ágil. Por ejemplo, se ha demostrado que estar rodeado de amigos y familiares con frecuencia aumenta la capacidad cerebral. Hacer ejercicio con regularidad y comer alimentos saludables también es clave.
Aumento de peso
7/12
A medida que envejece, no quema calorías como antes. Pero puedes contrarrestar ese metabolismo más lento siendo más activo y vigilando qué y cuánto comes. Haz que las frutas, las verduras y las proteínas más magras sean partes fundamentales de tu dieta. Limita también el azúcar y los alimentos con alto contenido en grasas saturadas. Y vigila el tamaño de las raciones.
Cambios en su vida sexual
8/12
La disfunción eréctil, la sequedad vaginal y otras condiciones que se hacen más probables con la edad pueden hacer que el sexo sea un reto. Habla con tu pareja de cómo te sientes y de si quieres probar otras formas de intimidad. Los productos de venta libre, como los lubricantes vaginales, pueden ayudar en algunos casos. También puedes preguntar a tu médico si hay algún medicamento que debas probar. Pero mantenerte sana en general también te ayudará. El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo y las hormonas sexuales, y te ayuda a sentirte bien contigo misma.
9/12
La vejiga y los músculos pélvicos se debilitan con la edad. Otros problemas de salud, como el agrandamiento de la próstata, pueden agravar el problema. Fortalezca la zona con los ejercicios de Kegel (apriete los músculos como si intentara retener la orina) de 10 a 15 veces, tres veces al día. La dieta también influye. Toma mucha fibra y limita las bebidas azucaradas y carbonatadas y la cafeína. Si tienes problemas para retener la orina, goteos, una necesidad urgente y repentina de orinar o dolor al hacerlo, acude a tu médico.
Estar en una rutina
10/12
Es fácil aburrirse si se cae en una rutina predecible, especialmente si no cambia mucho durante años. Para agitar las cosas y mantener la mente ocupada, intenta salirte de tu agenda diaria. Tómate un tiempo para hacer algo que te guste o para aprender una nueva habilidad. Si está jubilado, puede pensar en conseguir un trabajo a tiempo parcial o un trabajo temporal. Puede mejorar tu salud mental y tu cuenta de resultados al mismo tiempo.
Sentirse solo
11/12
Tanto si sus hijos se mudan como si se jubila de su trabajo, es posible que pase más tiempo rodeado de menos gente a medida que envejece. Para evitar sentirse aislado, convierta en parte de su rutina diaria el hablar con amigos, familiares y vecinos. Ofrézcase como voluntario para una organización benéfica o un grupo religioso. El simple hecho de escribir una carta puede dar un impulso a su vida social. Una mascota también puede ser una buena compañía: un paseo diario con el perro es un buen ejercicio y una oportunidad para conocer gente. ?
Manténgase al tanto de su salud
12/12
La mayoría de los adultos mayores tienen al menos un problema de salud, como enfermedades del corazón o diabetes. Si lo tiene, es importante que se someta a revisiones periódicas, que siga surtiendo sus recetas y que siga todas las instrucciones de su médico. Las revisiones son fundamentales, incluso si no tiene una enfermedad, para poder detectar cualquier problema a tiempo y obtener consejos para mantenerse sano.