Medicamentos para personas mayores: Tipos recomendados comúnmente

Aprenda más sobre los medicamentos más comunes para los adultos mayores y cómo manejarlos.

Es útil llevar un registro de los medicamentos y remedios de venta libre que toma y compartir esta información con su médico.

Riesgos de los medicamentos para las personas mayores

A medida que envejece, su cuerpo utiliza y absorbe los medicamentos de forma diferente. Por ejemplo, los cambios en su digestión afectan a la rapidez con la que los medicamentos se desplazan por su cuerpo. Si su sistema circulatorio se ralentiza, los medicamentos pueden tardar más en llegar al hígado y los riñones.

Estos factores aumentan el riesgo de que diferentes medicamentos interactúen y produzcan efectos no deseados. Un buen ejemplo es la interacción entre la aspirina y los anticoagulantes. A menos que un médico le indique lo contrario, debe evitar tomar estos medicamentos juntos.

Medicamentos de uso común para los adultos mayores

Algunos problemas de salud son más comunes con la edad, y los médicos recetan medicamentos para ayudar a tratarlos. Estos son algunos de los más comunes.

Besilato de amlodipino. Se utiliza solo o junto con otros medicamentos para tratar la presión arterial alta (hipertensión). La hipertensión hace trabajar en exceso al corazón y ejerce presión sobre las arterias. Estos órganos pueden verse afectados negativamente si su presión arterial se mantiene alta durante períodos prolongados.

Azitromicina. Este medicamento antibiótico actúa matando las bacterias o impidiendo su crecimiento. Sin embargo, no funciona para los resfriados, la gripe u otras infecciones virales.

Levotiroxina. Se utiliza para tratar el hipotiroidismo, una enfermedad por la que la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea. Otros usos incluyen el tratamiento de las glándulas tiroideas agrandadas (también llamadas bocios) y el cáncer de tiroides.

Lisinopril. Es similar al besilato de amlodipino y también se utiliza solo o junto con otros medicamentos para tratar la presión arterial alta (hipertensión).

Metformina. Este medicamento se utiliza para la diabetes de tipo 2. Puede reducir los niveles de azúcar en la sangre, ayudar a su cuerpo a sanar y asegurar que los alimentos se conviertan correctamente en energía.

Omeprazol. Se utiliza para tratar el exceso de ácido estomacal, que puede provocar úlceras, esofagitis erosiva y enfermedad por reflujo ácido, por ejemplo.

Simvastatina. Se utiliza habitualmente para tratar los niveles altos de colesterol y grasa en la sangre. Ayuda a prevenir los infartos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades graves relacionadas con la obstrucción de los vasos sanguíneos.

Riesgos de la combinación de medicamentos para los adultos mayores

Cuando uno envejece, es normal que utilice más de un medicamento, generalmente una combinación de recetas y remedios de venta libre. Aunque esto no es un problema en sí mismo, hay que tener en cuenta algunos riesgos potenciales. El uso de más de un medicamento a la vez aumenta la probabilidad de los siguientes problemas:

  • Caídas y fracturas

  • Deshidratación

  • Dificultad para realizar las tareas que antes podía hacer

  • Problemas relacionados con el pensamiento y el razonamiento

  • Confusión y disminución de la conciencia de su entorno

  • Deficiencias de nutrientes

  • Reacciones adversas o efectos secundarios de los medicamentos

  • Hospitalización

  • Riesgo de muerte

Los errores también son más probables cuando se combinan medicamentos. Las inexactitudes del historial médico, los errores de prescripción y la confusión sobre los diferentes tipos y cantidades de pastillas pueden causar problemas.

Consejos para la gestión de los medicamentos

Para obtener lo mejor de sus medicamentos, una de las cosas más importantes que puede hacer es crear una buena relación con su médico. Es muy útil acudir a todas las citas médicas y mantener una buena comunicación.

Cuando visite al médico, puede ser útil recordar lo siguiente.

Hablar de los medicamentos. Informe siempre a su médico sobre los medicamentos recetados o de venta libre que esté tomando, y comente cualquier duda.

Solicitar actualizaciones. Consulte a su médico sobre la medicación que está tomando, si le está funcionando bien y si se recomienda algún cambio. A veces, el médico le recomendará que reduzca la dosis o incluso que deje de tomar la medicación por completo.

Comparta su historial médico. Prepárese para proporcionar a su médico su historial médico. La información relevante puede incluir alergias, condiciones médicas pasadas o problemas de salud actuales.

Seguimiento de la medicación. Su médico puede ayudarle a recordar y organizar sus medicamentos. También puede ofrecerte consejos y sugerencias, como el uso de un calendario o un pastillero.

Tragar los comprimidos. Si tienes dificultades para tragar la medicación, pregunta a tu médico por los líquidos u otras alternativas a los comprimidos. Nunca tritures o mastiques los medicamentos sin hablar antes con tu médico.

Pedir instrucciones por escrito. Pídale a su médico que le escriba todos sus medicamentos, así como cuándo debe tomarlos y en qué cantidades. Un farmacéutico es otro gran recurso. Puede ofrecerte consejos y ayudarte a resolver tus dudas.

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