¿Buscas formas rápidas y sencillas de mejorar tu salud? Prueba estos trucos y consejos para estar mejor.
Un estilo de vida saludable no es un juego de todo o nada. Con unas pequeñas correcciones del rumbo, puedes dirigirte en la dirección correcta.
Salva la cara.
Uno de cada cinco estadounidenses padecerá cáncer de piel a lo largo de su vida. Reduzca el riesgo poniéndose crema solar por la mañana, antes de salir de casa, para mejorar su salud. Guarda un frasco en el cuarto de baño, cerca del cepillo del pelo, o esconde un poco cerca de las llaves del coche para refrescar la memoria.
Escoge una opción resistente al agua que tenga entre un FPS 30 y un FPS 50. La etiqueta debe indicar también que es de amplio espectro o que ofrece protección contra los rayos UVA y UVB. Y lo más importante, compra un protector solar que te guste. Si no te gusta el olor o el tacto, es menos probable que te lo pongas.
En caso de duda, elige el color.
Cuanto más colorido sea tu plato, más probable será que esté lleno de frutas y verduras. Comer el arco iris es una forma fácil de incorporar las vitaminas, los minerales y la fibra que necesitas para mantener tu corazón sano y tu presión arterial baja.
¿No puedes pensar en un acompañamiento para tu comida o cena? Elige algo verde. ¿Tienes ganas de picar algo? Elige un tinto. El objetivo es consumir unas 4,5 tazas de fruta y verdura al día, así que elige tus colores favoritos y llénate. ?
Centra la energía en un mal hábito.
A veces un solo cambio puede tener un gran efecto en tu salud. Fumar es un gran ejemplo: Sólo hacen falta 24 horas sin fumar para que tu cuerpo sienta los buenos efectos. Al cabo de unas pocas semanas, sus pulmones funcionan mejor y sus posibilidades de sufrir un ataque al corazón disminuyen. Y un año más tarde, habrá reducido totalmente a la mitad sus posibilidades de sufrir una enfermedad cardíaca.
La clave es no morder más de lo que puede masticar. Aborde un hábito poco saludable y elimínelo de un plumazo. Saborea ese éxito y luego pasa al siguiente objetivo.
Cuando no puedas restar, suma.
Si la idea de dejar de comer fritos o de reducir la cantidad de azúcar que ingieres te estresa, prueba un enfoque diferente. Mantén tus platos favoritos, pero añade también cosas saludables. Por ejemplo, añade a tu helado fruta fresca y frutos secos, o ponle verduras a tu pizza.
Divide los entrenamientos en trozos más pequeños.
Si tu agenda está tan repleta que incluso un entrenamiento de media hora te parece imposible de realizar, prueba con rachas más pequeñas a lo largo del día. Lo importante es conseguir esos 30 minutos diarios, como sea. Camina a paso ligero durante 10 minutos por la mañana, haz 10 minutos de sentadillas, estocadas y planchas de cuerpo entero a mediodía y haz 10 minutos de pesas al final del día.
Encaja en un hilo dental.
Ya dedicas tiempo a cepillarte los dientes a diario, así que ¿qué son otros 2 minutos en el lavabo para un gran aumento de tu salud? Una buena higiene de las encías es muy útil. Limpiar regularmente entre los dientes ayuda a prevenir las caries, la placa y la acumulación de sarro... y hace que sea menos probable que sufras enfermedades de las encías.
Además, una mala salud bucal puede provocar problemas más graves en otras partes del cuerpo. Si la seda dental normal no te sirve, pregunta a tu dentista por los picos dentales, los hilos dentales pre-enhebrados, los eliminadores de placa de madera o los cepillos pequeños que caben entre los dientes. Y no te castigues por haberte saltado algún día. Todo ayuda.
Poner el relax en tu lista de tareas.
Cosas como la respiración profunda, los mantras calmantes, tensar y soltar los músculos, el yoga y las imágenes mentales pueden aliviar los niveles de estrés. Esto puede reducir la presión arterial, ralentizar los latidos del corazón y la respiración, ayudar a digerir la comida y dormir mejor.
Establece un recordatorio en tu teléfono para que cada pocas horas hagas una pausa y te concentres, aunque sólo sea durante 5 minutos.