¿Cómo puede el ejercicio ayudar a las personas con demencia? ¿Cómo puede mantener su cuerpo sano para mantener su mente aguda?
Pero, ¿y si esta última parte no tiene por qué ocurrir?
La demencia no forma parte del proceso normal de envejecimiento. Algunas formas pueden prevenirse o incluso invertirse con una dieta y un estilo de vida adecuados.
Las investigaciones han demostrado que la falta de actividad física puede aumentar las probabilidades de padecer la enfermedad de Alzheimer, y está relacionada con tres enfermedades que también pueden aumentar las probabilidades (diabetes, hipertensión arterial y obesidad). Hacer más ejercicio puede ayudar a reducir esas probabilidades.
Cómo ayuda el ejercicio?
Una proteína llamada tau ayuda a mantener estable la estructura de las células del cerebro. Sus niveles más altos están relacionados con el alzhéimer y la demencia.
Un estudio de la Universidad de Wake Forest demostró que el ejercicio aeróbico -el que eleva el ritmo cardíaco y hace que se respire más rápido- puede reducir los niveles de tau.
El estudio también demostró que el ejercicio aumenta el flujo sanguíneo a las partes del cerebro relacionadas con la memoria y el procesamiento. Esto puede ayudar en aspectos como la planificación, la organización y la concentración.
Cómo empezar
Cualquier cosa que hagas puede ser buena para tu cuerpo y tu cerebro. No hace falta que corras maratones o seas un triatleta. Moverse sólo un poco más puede ayudar.
Puedes empezar con cualquier tipo de actividad que te guste, como caminar, correr, montar en bicicleta o nadar. El yoga y el tai chi también son buenas opciones, porque hacen trabajar el cuerpo y relajan la mente.
A medida que se envejece, también es importante hacer ejercicios de tonificación y estiramiento. Para ser más fuerte y flexible, puedes probar:
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Sentadillas
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Yoga
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Flexiones modificadas (con las rodillas en el suelo)
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Pilates
Empieza con movimientos pequeños y fáciles y haz más a medida que seas capaz.
