Es importante seguir moviéndose sin importar la edad. A continuación se explica la mejor manera de hacerlo y por qué el ejercicio puede ayudarle a vivir más tiempo.
¿Cómo lo consigue? Y ¿cuál es la mejor manera de incorporarlo a tu vida?
Por qué es importante el ejercicio
Puede ayudarte a vivir una vida más larga y saludable porque puede:
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Mantener sanos los huesos, los músculos y las articulaciones
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Hacen menos probable que tengas cosas como diabetes, cáncer de colon y osteoporosis
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Reducir la presión arterial
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Controlar el estrés y mejorar su estado de ánimo
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Aliviar los síntomas de ansiedad y depresión
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Disminuir las posibilidades de padecer enfermedades del corazón
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Manejar las condiciones crónicas como la artritis o la diabetes ayudando con cosas como la resistencia, la inflamación de las articulaciones, el dolor y la fuerza muscular
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Ayuda con el equilibrio, por lo que es menos probable que se caiga y se rompa los huesos
¿Cuánto ejercicio?
A medida que envejece, puede tener un poco de miedo al ejercicio. Quizá pienses que puedes hacerte daño o que tienes que apuntarte a un gimnasio. O puede que no estés seguro de qué ejercicios debes hacer.
La clave no está en cómo o dónde hacer ejercicio, sino en empezar a moverse.
Los adultos sanos deben procurar realizar 150 minutos de actividad que pongan en marcha su corazón y su sangre cada semana. Por supuesto, puedes hacerlo en clases de gimnasia. Pero también puedes conseguirlo caminando a paso ligero. También es importante realizar movimientos que hagan trabajar todos los músculos principales al menos 2 días a la semana. Intenta también hacer ejercicios de flexibilidad 2 o 3 días a la semana para ayudar a tu rango de movimiento.
Aunque 150 minutos parezcan muchos, no es necesario hacerlo en grandes dosis. Puedes dar un paseo de 10 minutos alrededor de la manzana o dedicar 10 minutos a barrer el porche. Todo suma.
Si te sientes con energía, obtendrás aún más beneficios para la salud si llegas a los 300 minutos o más de ejercicio a la semana.
Pero un objetivo sencillo es intentar hacer 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada la mayoría de los días. Puede que algunas semanas lo consigas y otras no. Recuerde que es un objetivo y no una norma. Haz lo que te funcione.
Cómo ponerse en movimiento
Hay dos formas de moverse: el ejercicio y la actividad física.
El ejercicio es la actividad planificada, como las clases de aeróbic, el tai chi, las clases de spinning o la natación. La actividad física es la forma en que "cuelas" el movimiento en tu día, como pasear al perro o trabajar en el jardín. Añadir ambas cosas a su rutina le ayudará a mantenerse sano y a vivir más tiempo. Pero consulta siempre a tu médico antes de ser más activo de repente.
No hace falta ropa ni equipamiento de lujo. Para ponerte en movimiento de una manera menos formal, puedes:
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Dar un paseo rápido o hacer footing
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Montar en bicicleta
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Rastrillar las hojas o empujar un cortacésped
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Barrer o quitar el polvo
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Jugar al tenis
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Subir y bajar escaleras
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Llevar la compra
Deberías empezar a sentirte más fuerte y a tener más energía en pocas semanas. Luego, si decides que te apetece, puedes ir al gimnasio o al centro comunitario y tomar clases de aeróbic acuático o de baile o ejercicios de entrenamiento de fuerza.