¿Quiere vivir una vida larga, satisfecha y relativamente sana? Entonces será mejor que cuides tu cuerpo, tu mente y tu espíritu. Echa un vistazo a estos seis secretos respaldados por la ciencia para envejecer bien.
Es posible que las personas que envejecen bien estén preparadas para el optimismo y hayan sido bendecidas con grandes genes. Pero también hay secretos para envejecer bien, independientemente de la salud o las circunstancias de la vida. Tienes más control sobre tu destino físico y emocional de lo que crees.
Secreto nº 1: Ejercicio
Hay una razón por la que los médicos sugieren el ejercicio para casi todos los problemas de salud. Es posible que sea el único tratamiento que puede reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad, mejorar la calidad de vida y aumentar la duración de la misma. Entre sus muchos beneficios, el ejercicio regular puede:
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Disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas
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Disminuir la presión arterial
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Ayudar a controlar el azúcar en la sangre
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Mejorar la fuerza y el equilibrio
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Combatir la depresión
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Ayudar a tu cerebro a mantenerse agudo
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Ayudar a dormir bien
La mayoría de las personas, incluidos los adultos mayores, deberían aspirar a realizar unos 30 minutos de ejercicio aeróbico moderado la mayoría de los días (2 horas y media a la semana en total)... Si le interesa el ejercicio tradicional (bicicleta, natación, máquinas elípticas), no hay problema. Suba las escaleras más a menudo, corte el césped, pasee a su perro o marche en su sitio mientras ve la televisión. ?
Secreto nº 2. Deja de hacer dietas yo-yo
Es una historia común de pérdida de peso: Pruebas una nueva dieta, pierdes algo de peso, vuelves a ganar peso - y luego repites el ciclo con otras dietas. Los médicos llaman a esto ciclo de peso, y no es bueno ni para la mente ni para el cuerpo. Varios estudios relacionan los ciclos de peso con los síntomas de la depresión. Otras investigaciones sugieren que puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos y diabetes de tipo 2.
En lugar de hacer dieta, prueba a comer de forma consciente. Acostúmbrate a pensar en todo lo que comes o bebes. Puede ayudarte a tomar decisiones saludables que favorezcan tu salud en general. Algunas pautas sueltas:
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Empieza con tu médico. La salud de cada uno es diferente, por lo que es posible que necesite una dieta con poca sal, más fibra o menos calorías en general.
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Dedica tiempo a planificar las comidas y los tentempiés. Llénate de alimentos saludables, como fruta, verduras, proteínas y cereales integrales.
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Bebe agua, aunque no tengas sed. Ayuda a los riñones a eliminar las toxinas del cuerpo, entre otros beneficios para la salud.
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Disfruta de tus comidas favoritas. No te niegues las patatas fritas, el chocolate, la pizza u otros caprichos. Sólo disfrútelos en porciones moderadas (premeditadas si ayuda) de vez en cuando.
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Reduce el consumo de alcohol. Puede deshidratarle, impedir que sus medios funcionen como deberían y aumentar las probabilidades de sufrir enfermedades como las cardiopatías, la hipertensión e incluso las enfermedades de transmisión sexual. También aumenta el riesgo de lesiones por caídas.
Secreto nº 3: elige alimentos de la dieta mediterránea
La alimentación consciente no te ayudará a prosperar si no sabes qué alimentos elegir o evitar. Ahí es donde entra la dieta mediterránea.
En realidad no es una dieta. Es una forma saludable de comer que limita las grasas saturadas y los lácteos, y se centra en los alimentos no procesados, los alimentos de origen vegetal y las fuentes de grasa saludables, como el pescado graso y el aceite de oliva.
Este enfoque está relacionado con una mejor salud del corazón, que también está vinculada a una mejor salud del cerebro. Una dieta mediterránea ayuda a reducir la inflamación, un factor de estas y otras afecciones relacionadas con la edad.
Secreto #4. Manténgase alerta
A medida que tu cerebro se ralentiza con la edad, puede que olvides cosas aquí y allá (los llamados momentos de la tercera edad). Eso no significa que esté destinado a tener problemas mayores. Tenga en cuenta estas medidas para proteger su memoria:
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Involucre a su cerebro. Aprenda una nueva habilidad, practique un nuevo pasatiempo o encuentre un trabajo que mantenga sus músculos mentales trabajando.
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Cree que tienes el control. Si cree que no puede evitar la pérdida de memoria, es menos probable que trabaje para mantener (o mejorar) las habilidades de memoria que tiene. ?
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Manténgase físicamente activo y socialmente comprometido. Ambos son útiles para la memoria.
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Guarda tu energía mental para tareas más importantes. Utiliza herramientas (calendarios, notas, apps) para los asuntos rutinarios y así podrás liberar espacio mental para aprender cosas nuevas o recordar cosas importantes.
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Deja el hábito. Fumar daña el corazón y los vasos sanguíneos, lo que puede aumentar las probabilidades de padecer demencia. Cuando dejas de fumar, tus probabilidades se reducen a las de un no fumador.
Secreto #5. Toma un poco de sol (o toma vitamina D)
La luz del sol aumenta el suministro de vitamina D de tu cuerpo. Los niveles bajos están relacionados con enfermedades importantes, como:
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Esclerosis múltiple
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Osteoporosis
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Síndrome metabólico (un conjunto de afecciones que aumentan el riesgo de padecer diabetes y enfermedades en el corazón y los vasos sanguíneos)
Como mínimo, tomar suficiente sol puede ayudarle a mantenerse físicamente sano. También puede alegrar su perspectiva. Se ha demostrado que el sol aumenta los niveles de endorfinas (sustancias químicas para sentirse bien) en el cuerpo.
Si no puedes tomar el sol todos los días, por razones médicas o de otro tipo, habla con tu médico sobre los suplementos de vitamina D.
Secreto nº 6. Conéctate con otros
Las conexiones sociales significativas son vitales para todos los seres humanos. Las investigaciones han relacionado la soledad con un mayor riesgo de mala salud, e incluso de muerte.
¿Qué es la soledad? Los expertos dicen que no se trata de estar solo, sino de sentirse solo, lo cual puede ser perturbador. Puede provocar un deterioro mental, un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer, depresión y otros problemas.
Combatir la soledad puede suponer un esfuerzo, y la forma de hacerlo dependerá de tu personalidad. Tal vez quieras tomar una clase, unirte a un club de lectura, reavivar viejas amistades o ser voluntario en organizaciones donde podrías hacer nuevas y significativas conexiones sociales.