5 consejos para adultos con fibrosis quística

La fibrosis quística (FQ) puede pasar factura a tu cuerpo y a tu mente. Prueba estos cinco consejos para ayudarte a sentirte lo mejor posible día a día.

1. Evitar los gérmenes

Tienes que estar siempre de patrulla de gérmenes. La FQ hace que se acumule una mucosidad espesa y pegajosa en los pulmones, creando un entorno en el que prosperan los gérmenes. Esto puede ponerte en riesgo de sufrir infecciones pulmonares, que afectan al funcionamiento de tus pulmones. También pueden hacer que la enfermedad pulmonar empeore.

Sigue estos consejos para mantenerte alejado de los gérmenes en tu día a día:

  • Mantente al menos a 2 metros de distancia de cualquier persona enferma.

  • Evita las actividades que te pongan cerca de otras personas con FQ, para disminuir el riesgo de contagio de la enfermedad.

  • Lávate frecuentemente las manos con agua y jabón.

  • Limpie y desinfecte adecuadamente su equipo médico.

  • No comparta con otras personas -incluso con la familia- elementos que entren en contacto con la saliva (pajitas o utensilios).

  • Evita el contacto con el polvo o la suciedad.

  • Manténgase al día con sus vacunas, incluida la de la gripe, y pida a sus familiares y amigos que hagan lo mismo.

2. Ejercicio

Entre la sensación de cansancio, la falta de aliento y la tos, es posible que te preguntes si el ejercicio es una buena idea cuando tienes FQ. No sólo está bien hacer ejercicio, sino que los médicos lo recomiendan. El ejercicio ayuda a eliminar la mucosidad de los pulmones. Fortalece el corazón y los músculos. Cuanto más fuerte te sientas, más fácil te resultará realizar las tareas cotidianas. Elija actividades que le gusten y que le mantengan en movimiento.

Trabaja con tu equipo de atención a la FQ para encontrar el programa de ejercicios que mejor se adapte a ti. Intenta hacer ejercicio moderado durante unos 20 minutos todos los días de la semana. Esto significa que puedes seguir hablando mientras te mueves. Añade entrenamiento de resistencia, como levantar pesas, 1 o 2 días a la semana.

Si vas al gimnasio, toma medidas para evitar los gérmenes. Por ejemplo:

  • Limpia el equipo con un gel a base de alcohol antes de utilizarlo.

  • Lávate las manos después de tocar cualquier superficie, desde las cintas de correr hasta los secadores de pelo.

  • Manténgase al menos a 2 metros de distancia de cualquier persona enferma.

3. Comer bien

Con la FQ, el páncreas no funciona como debería. No produce las enzimas que necesita para ayudar a digerir los alimentos. Esto afecta a la obtención de nutrientes por parte del organismo. Utilizas más energía que otras personas para respirar, luchar contra las infecciones y mantener tu peso. Por eso, las personas con FQ suelen necesitar el doble de calorías que una persona media al día. Trabaje con su equipo de atención a la FQ para averiguar cuántas calorías diarias necesita y la mejor manera de obtenerlas.

4. Cuida tu salud emocional

Cuando tienes FQ, tu salud física es la protagonista. Pero tu salud emocional también es importante. Como tienes una enfermedad crónica (continua), puedes enfrentarte a mucho estrés y ansiedad. Esto puede suponer un riesgo de depresión. Cuando se siente ansioso o deprimido, es posible que no se cuide tan bien como debería. Si tiene algún signo de ansiedad o depresión, busque ayuda. Algunos de los signos son:

  • Tristeza

  • Baja energía

  • Sentirse sin esperanza o sin valor

  • Dificultad para concentrarse

  • Llanto frecuente

  • Irritabilidad

La depresión también puede causar problemas con su sueño. Puede que duermas demasiado o muy poco. O puede que te preocupes mucho y tengas dolores de cabeza. Incluso puedes tener pensamientos de suicidio.

Si crees que puedes estar ansioso o deprimido, habla con alguien de tu equipo de atención a la FQ. Trabajar con un profesional de la salud mental, como un psicólogo, puede suponer una gran diferencia en cómo te sientes.

5. Infórmate sobre tu fertilidad y tu salud sexual

A los hombres con FQ les falta el conducto deferente. Este es una parte del sistema reproductor masculino. Los espermatozoides viajan a través de él para salir del pene durante la eyaculación. La mayoría de los hombres con FQ producen esperma sano, pero son infértiles (no pueden dejar embarazada a una mujer).

Si usted es un hombre con FQ, usted y su pareja pueden concebir con la ayuda de la tecnología de reproducción asistida. Pida a su médico que le remita a un urólogo, un médico especializado en órganos reproductores masculinos. Éste puede averiguar si eres infértil y ayudarte a dar los siguientes pasos para tener un bebé.

La mayoría de las mujeres con FQ son fértiles, pero la enfermedad puede dificultar el embarazo. Tienen un moco cervical más espeso, por lo que es más difícil que los espermatozoides lo atraviesen para llegar al óvulo. Pero la mayoría de las mujeres con FQ que quieren quedarse embarazadas pueden hacerlo y pueden tener un embarazo normal.

También puedes tener una vida sexual normal y saludable cuando tienes FQ. Ten en cuenta que puedes seguir corriendo el riesgo de tener embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual (ETS). Si no estás preparada para tener hijos o estás con una pareja que no se ha sometido a pruebas de ETS, utiliza siempre métodos anticonceptivos, como los preservativos.

Más información: ¿Cuándo la fibrosis quística da derecho a una discapacidad?

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