El robo de identidad médica es más que costoso: puede poner en peligro la vida. Cómo protegerse para que no le ocurra a usted.
Nadie quiere recibir una factura de hospital de 44.000 dólares. Pero para Joe Ryan, piloto de Colorado y propietario de Rocky Mountain Biplane Adventures, fue especialmente molesto. Nunca se había sometido a una operación, pero le pedían que la pagara. A Ryan le habían robado su "identidad médica".
Cuando alguien utiliza su información personal para cobrar dinero, medicamentos recetados, bienes o servicios sanitarios, se denomina robo de identidad médica.
Al igual que otras versiones del robo de identidad, causa graves problemas financieros y molestias indescriptibles. Pero en algunos aspectos es peor; si un ladrón manipula su historial médico, su ficha podría tener un historial y unos diagnósticos erróneos.
Esos errores pueden causar graves problemas cuando se necesita atención médica.
"El robo de identidad médica causa un daño terrible, tanto financiero como físico", dice Pam Dixon, directora ejecutiva del Foro Mundial de la Privacidad. Y cada vez es más frecuente. Calcula que hasta 500.000 estadounidenses pueden ser víctimas, y muchos ni siquiera lo saben.
Después de que Ryan recibiera el proyecto de ley en la primavera de 2004, impulsó una investigación, que reveló que un ex convicto se había registrado en un hospital utilizando el número de la Seguridad Social de Ryan. El delincuente se había operado sin problemas, haciendo pagar la factura al verdadero Ryan.
Algunos casos de robo de identidad médica son como el de Ryan, en el que alguien recibe atención médica utilizando el nombre de otra persona. Pero en la mayoría de los casos se trata de redes de delincuencia organizada -a menudo con la ayuda de trabajadores sanitarios corruptos y a veces incluso de médicos- que se enriquecen utilizando la información médica de una persona para presentar reclamaciones falsas a las compañías de seguros.
Dixon dice que los delincuentes incluso montan clínicas falsas, o compran las reales, como tapadera. Las víctimas pueden no saber que ha ocurrido hasta que se les niega la cobertura por una enfermedad preexistente que no tienen.
"Es muy lucrativo", dice Dixon. Si se lleva a cabo durante seis meses o un año, puede suponer entre 1 y 2 millones de dólares, lo que hace que el robo de tarjetas de crédito parezca calderilla.
Y ahora que los historiales médicos son electrónicos, robarlos es cada vez más fácil.
"Antes, no se podía robar un millón de expedientes en papel de un hospital", dice. "Ahora puedes salir con un millón de archivos digitales en tu iPod".
Más de dos años después, Ryan sigue frustrado. "Todavía no consigo aclarar mi historial médico", dice. Y tiene las cicatrices emocionales para demostrarlo.
Ármate
Las leyes federales de confidencialidad destinadas a protegerte pueden en realidad dificultar que veas lo que hay en tus propios registros corruptos. Dixon ofrece este consejo:
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Obtenga una copia de su historial médico, por si lo manipulan en el futuro.
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Cada año, pida a su compañía de seguros una lista completa de los pagos que ha realizado por su atención médica.
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Llame al (877) 322-8228 o vaya a www.annualcreditreport.com. Un informe de crédito actualizado le alertará de cualquier actividad sospechosa.