¿Qué es la crianza consciente?

La crianza con atención plena significa ser consciente de tu estilo de crianza. Aprende más sobre cómo incluir la atención plena en tu estilo de crianza y sus beneficios.

Los ejercicios de atención plena pueden incluir la respiración, la meditación y las imágenes guiadas. Suele considerarse una forma de reducir los pensamientos negativos y el estrés y de relajar el cuerpo y la mente. Estas prácticas pueden ser útiles en la crianza de los hijos.

¿Qué es la crianza con atención plena?

La crianza con atención plena consiste en incluir ejercicios y prácticas de atención plena en tu rutina con tus hijos. Esto puede ayudarte a ti y a tus hijos a afrontar cada día con más conexión, aceptación, paciencia y presencia.

La crianza con atención plena te ayuda a sintonizar con tus reacciones físicas y emocionales en los momentos cotidianos. Uno de los objetivos es tener más paciencia y aceptación contigo mismo y con tus hijos mientras encuentras un camino que funcione para las necesidades de todos.

Impactos de la crianza con mindfulness

Cuando incorporas las prácticas de crianza mindfulness a tu rutina, puedes notar algunos cambios en ti y en tus hijos.

Reduce el estrés de los padres. La crianza de los hijos es estresante, y gran parte de ello se debe a los sentimientos de inadecuación. El mindfulness ayuda a los padres a dar un paso atrás y a observar su estilo de crianza sin juzgarlo, lo que les permite hacer cambios. Buscar la perfección, sentirse apurado y perder la paciencia pueden aumentar los niveles de estrés. Los ejercicios de crianza consciente ayudan a abordar estos sentimientos negativos.

Reduce el estrés infantil. Las investigaciones han demostrado que los niveles de estrés de los niños pueden aumentar debido al estrés de sus padres. Controlar el estrés con mindfulness beneficiará a tus hijos. A través de las prácticas de mindfulness, los niños pueden aprender habilidades que les servirán para desenvolverse en la vida.

Facilita las transiciones. Los momentos de transición de los niños incluyen cosas como salir por la puerta por la mañana, terminar el tiempo de juego, prepararse para ir a la cama y dejar un lugar favorito. Para algunos niños, éstas pueden ser las partes más difíciles del día. También pueden ser estresantes para los padres. Es entonces cuando puede ser útil dar un paso atrás, revisar las expectativas y establecer una rutina consciente.

Profundiza los vínculos familiares. La atención plena consiste en gran parte en sintonizar con tus pensamientos y emociones, así como con los de tus hijos. Criar con atención puede hacer que tú y tus hijos os sintáis más conectados cada día que pasa. Responder a las necesidades de todos con paciencia y comprensión puede aliviar el estrés.

Ejercicios de mindfulness para niños

Los ejercicios de mindfulness no son sólo para los padres. Practicar mindfulness delante y junto a tus hijos puede ayudarles a recordar y utilizar estos métodos cuando tengan un día difícil.

La atención plena ayuda a los niños a desarrollar la empatía, aliviar la ansiedad y superar las situaciones de estrés. Debe practicarse no sólo en los momentos de estrés, sino también en los días en que todo va bien, para que estos nuevos hábitos se vuelvan más naturales.

Nombrar tus sentimientos. Una parte importante de la atención plena es expresar tus pensamientos y sentimientos y prestar plena atención a lo que ocurre a tu alrededor sin juzgarlo. Intenta decir cosas como "esto es difícil" o "me siento triste", cuando sea apropiado, para tomar conciencia de una situación en lugar de apartar esos sentimientos.

Respirar. Pensar en la respiración es una forma de aliviar la tensión y practicar la atención plena cuando las cosas se sienten agitadas. Practica la respiración larga, lenta y profunda. Cada vez que tu mente se desvíe, intenta devolver tu atención a la sensación de inhalar y exhalar. En el caso de los niños pequeños, puedes pedirles que imaginen que están apagando una vela o inflando un globo.

Visualización. Practica cerrar los ojos, respirar profundamente e imaginarte en un lugar que te relaje. Puedes ayudar a los niños a descansar mientras les cuentas una historia tranquilizadora y les pides que se imaginen a sí mismos en la historia.

Caminar y otros ejercicios. Muchas personas descubren que, cuando su mente empieza a divagar o el estrés aumenta, el movimiento puede ayudarles a conectar con la tierra y devolverles a un estado de atención plena. Prueba a dar un paseo o a hacer un ejercicio de bajo impacto, como el tai chi o el yoga. Hay programas de yoga para niños de todas las edades y algunos para hacer en familia.

Practicar la gratitud. Nombrar lo que agradeces y lo que te hace feliz te ayuda a reflexionar y a practicar la atención plena. Establezca una rutina para que sus hijos hablen de lo que agradecen cada día durante la cena o antes de acostarse.

La crianza de los hijos con atención plena puede crear un vínculo significativo con ellos y ayudarles a crecer más conscientes de sí mismos, con fuertes habilidades de afrontamiento.

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