Muchos adultos con síndrome de Down viven casi solos, y tienen trabajo, relaciones y una vida plena. Conozca las opciones de trabajo y de vivienda, así como los problemas de salud que hay que tener en cuenta cuando los adultos con síndrome de Down se hacen mayores.
Con el apoyo adecuado, pueden tener vidas ricas y satisfactorias y sentirse parte de sus comunidades. Ahora hay más opciones que nunca en cuanto a trabajos y formas de vida. Y los médicos siempre están aprendiendo más sobre los problemas de salud a los que se enfrentan las personas con síndrome de Down a medida que envejecen. Por eso es útil saber qué opciones existen y a qué conviene prestar atención.
Planificar el cambio
Cuando los adolescentes con síndrome de Down terminan sus años de instituto y entran en la edad adulta, se enfrentan a las mismas preguntas que los demás jóvenes. Tienen que averiguar dónde vivir, qué hacer para trabajar y cómo crear nuevos círculos sociales fuera de la escuela. Es emocionante, pero estresante para cualquier joven adulto, y puede ser aún más difícil para alguien con síndrome de Down. Por eso es importante empezar a planificar lo antes posible.
El Programa Educativo Individualizado (IEP) que tienen los niños con síndrome de Down en los colegios públicos incluye la planificación de la transición. El objetivo es imaginar el futuro y pensar en las habilidades y servicios que necesitarán los adolescentes cuando se conviertan en adultos. Cuando se trabaja estrechamente con los profesores, los médicos y los terapeutas para elaborar un plan sólido, se puede aliviar el estrés de salir al mundo.
A veces, a medida que se acercan los cambios, los adolescentes con síndrome de Down pueden parecer malhumorados o pueden no ir tan bien en la escuela. Hay que tener en cuenta que la escuela no sólo proporciona un lugar para aprender, sino una estructura social regular con apoyos incorporados, como profesores y un IEP. Pensar en alejarse de eso puede ser difícil de asimilar. Si notas cambios como estos, consulta con tu médico o con la escuela para obtener algo de ayuda adicional.
Acuerdos de convivencia
Los adultos con síndrome de Down tienen varias posibilidades de dónde y cómo vivir. Todo es cuestión de adecuar las necesidades y los deseos. Algunos vivirán:
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En casa, porque es lo más lógico para ellos y sus familias
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En las viviendas para estudiantes, si van a la universidad
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En una casa o apartamento por su cuenta, pero con servicios de apoyo
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En un hogar de grupo con otras personas con discapacidad (estos hogares cuentan con personal las 24 horas del día.)
Empleo y educación superior
Algunos adultos con síndrome de Down van a la universidad o a escuelas de comercio. Otros consiguen trabajo.
Hay tres tipos de trabajos que puede buscar alguien con síndrome de Down:
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Competitivos. Son los típicos trabajos a los que se presenta cualquiera, y no hay ningún apoyo adicional.
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Con apoyo. Un preparador laboral les ayuda a ponerse al día mientras trabajan con personas que no tienen discapacidades. Este es el tipo de trabajo más común.
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Protegido. En este caso, trabajan con otras personas con discapacidad. Estos trabajos suelen ser manuales, como armar mercadería.
Las actividades sociales ayudan a las personas a sentirse realizadas en la vida. Como en el caso de cualquier otra persona, el trabajo puede desempeñar parte de ese papel, pero también es importante que las personas con síndrome de Down participen en deportes, aficiones y otros intereses.
Muchas personas con síndrome de Down también tienen citas, relaciones amorosas y se casan. Esto significa que es importante hablar con los adolescentes con síndrome de Down sobre temas como la sexualidad, el control de la natalidad y las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Algunos también quieren formar una familia, aunque los hombres con síndrome de Down no suelen tener hijos. Las mujeres con síndrome de Down pueden tener hijos, aunque es más probable que sufran abortos y que los bebés nazcan antes de tiempo. La crianza de los hijos es difícil para todos, y más aún para las personas con síndrome de Down, por lo que probablemente necesitarán ayuda adicional.
Problemas de salud
A medida que envejecen, las personas con síndrome de Down son más propensas a tener problemas de salud mental, como la depresión. La medicina adecuada puede ayudar.
Las personas con síndrome de Down también tienden a tener problemas de salud relacionados con la edad antes que los demás. Esto incluye la demencia, la pérdida de memoria y los problemas de juicio o los cambios de personalidad que son similares a la enfermedad de Alzheimer.
Puede ser difícil saber si estos problemas son un signo de Alzheimer o de otra cosa, como el estrés, la depresión o un problema médico. Usted puede ayudar anotando cuándo y con qué frecuencia se producen estos cambios, y luego consultando a su médico.
Otros problemas de salud a los que suelen enfrentarse los adultos con síndrome de Down son:
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Tener sobrepeso
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Diabetes
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Cataratas y otros problemas de visión
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Menopausia precoz
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Colesterol alto
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Enfermedad de la tiroides
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Aumento del riesgo de leucemia
Para ayudar a una persona con síndrome de Down a mantenerse sana a medida que envejece, asegúrate de que se somete a revisiones periódicas y es capaz de comunicarse sobre su salud médica...