¿Tienes las puntas abiertas, el pelo fino o encrespado? Comprueba si uno de estos hábitos capilares puede ser la causa.
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El viejo consejo de belleza de las 100 pasadas al día es un mito. Cepillarse demasiado el pelo puede provocar la aparición de puntas abiertas. Con el tiempo, podría incluso provocar la caída del cabello.
Demasiados peinados
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Cuanto más a menudo calientas tu cabello, más se daña. El secado al aire libre mantiene el cabello en su estado más saludable. Cuando no puedas hacerlo, asegúrate de mantener el ajuste de calor de tu secador en "bajo" y de mantenerlo al menos a 15 centímetros de tu cabello mientras lo secas.
No te lavas el pelo con suficiente frecuencia
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Puede que tu pelo no necesite un lavado diario (o incluso uno cada dos días). Pero es importante lavarlo con suficiente frecuencia para mantener a raya la acumulación de grasa. Eso puede provocar caspa y otros problemas del cuero cabelludo.
Abusar del champú
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Cuando se trata de champú, basta con una pequeña pizca. Céntrate en frotar el cuero cabelludo en lugar de enjabonar toda la longitud del cabello.
Cepillar el pelo mojado
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El agua debilita tu cabello, así que trata el pelo mojado con cuidado. Para evitar los enredos después del lavado, utiliza movimientos suaves con un peine de púas anchas en lugar de tirar de la melena con un cepillo.
Planchar el cabello cuando está húmedo
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Cuando el calor entra en contacto con el agua de tu cabello, puede convertirse en vapor y provocar burbujas en el pelo. Te quedas con mechones frágiles que tienen puntas encrespadas y se rompen con facilidad. Asegúrate de que tu cabello esté seco antes de utilizar una herramienta de peinado caliente. Mantenlo a la temperatura más baja que puedas y utiliza un spray protector del calor antes de peinarte.
Secado con toalla
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Envolver el pelo suavemente en una toalla después del lavado está bien (lo mejor es secarlo al aire). Pero frotarlo con la toalla dañará las hebras.
Seguir con el mismo peinado apretado
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Si te dejas los mechones o las extensiones de pelo demasiado tiempo, o te los quitas sin ayuda de un profesional, puedes provocar una gran rotura. Lo mismo ocurre con las trenzas, los moños y las colas de caballo: si las aprietas demasiado tiempo, empezarás a ver mechones rotos. Cambia de peinado para mantener tu cabello sano.
Demasiada química
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Las permanentes, los alisados y los tintes utilizan productos químicos para rizar, alisar y teñir el cabello. Estos productos químicos pueden dañar el cabello y el cuero cabelludo, incluyendo la rotura y la irritación. Así que utilízalos con prudencia.
Ser imprudente con los relajantes
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Es posible que quieras alisarte el pelo tú misma. Es mejor que lo dejes en manos de los profesionales, para no freírte el pelo. Nunca utilices alisadores en un cabello que ya ha pasado por el proceso. Una vez alisado el pelo, evita los secadores, las planchas y los rizadores, que pueden estropear aún más tu cabello.
No te pongas el sombrero bajo el sol
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Los rayos del verano (y del invierno) pueden resecar tu pelo y hacer que se rompa. Cubre tu melena cuando puedas para protegerla -y la piel del cuero cabelludo- de los daños del sol.
Ir sin gorro a la piscina
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El cloro puede ser malo para el cabello. Puede resecarlo y provocar puntas abiertas y roturas. Para una mejor protección, utiliza un gorro cuando te des un chapuzón en la piscina. Si no te gusta el gorro de baño, asegúrate de enjuagarte el pelo justo después de nadar. Una vez hecho esto, lávate con un champú para nadadores y sigue con un acondicionador.
Saltarse el corte de pelo
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Parece un atraso, pero si quieres tener una melena larga y sana, lo mejor que puedes hacer es cortarte el pelo con regularidad. El corte elimina las puntas abiertas, lo que ayuda a que tu pelo tenga un aspecto más sano.