El envejecimiento de la piel es un hecho. Pero si comprendes mejor cómo la etnia, el entorno, el envejecimiento y el estilo de vida afectan al cuidado de la piel, puedes prevenir daños innecesarios.
Al igual que los copos de nieve, no hay dos caras idénticas, ni siquiera en los gemelos. El color de la piel, los ojos y el pelo varía, al igual que la forma de las cejas, los pómulos, los labios y la nariz de las personas.
El envejecimiento de la piel también varía. Saber cómo afectan tu estilo de vida y el medio ambiente a tu piel te ayuda a elegir la rutina de cuidado de la piel más adecuada para ti.
Cuidado de la piel 101: ¿Cuál es tu tipo de piel?
Los dermatólogos organizan la piel en seis tipos, siendo el tipo I el más claro y el tipo VI el muy oscuro. "Las personas que tienen un cuatro o más tienen más melanina en la piel, lo que les protege del sol", dice la dermatóloga de la Universidad de Columbia Monica Halem, MD.
Las personas que tienen la piel más oscura suelen parecer más jóvenes que sus compañeros de piel más clara. "Un negro africano con piel de tipo VI, por ejemplo, no siente los efectos del envejecimiento del sol tanto como una persona de pelo rubio, ojos azules y piel clara con un nivel uno", dice Halem.
Sin embargo, una mayor cantidad de melanina hace que la piel corra un mayor riesgo de sufrir cicatrices y problemas de pigmentación. Además, las personas con piel más oscura no están completamente a salvo de los daños del sol, por lo que es importante usar protección solar, incluso si tienes la piel oscura.
Lo que ocurre con la piel que envejece
A medida que envejece, su cuerpo comienza a disminuir la producción de colágeno y elastina. Esto conduce a la aparición de líneas finas y arrugas. Si a esto le añadimos la exposición al sol y la gravedad, la piel puede descolgarse.
La piel va cambiando a medida que se envejece. Se vuelve más fina, más seca y más frágil a medida que la capa interna de la piel (la dermis) empieza a adelgazar. La grasa que hay debajo de la piel en las mejillas, la barbilla y la nariz desaparece, lo que hace que la piel se descuelgue. El vello facial aumenta y las mujeres que atraviesan cambios hormonales pueden sufrir acné.
En el caso de las personas con piel grasa, es posible que los brotes no cesen nunca a medida que envejecen. Pero la piel grasa tiene una ventaja: evita las arrugas mejor que la piel seca porque los aceites mantienen la piel más húmeda y suave.
Utilizar una crema hidratante es una forma de reducir el impacto de las arrugas antes de que aparezcan. Si tienes la piel grasa, puedes mantenerla limpia y menos arrugada con cremas hidratantes hipoalergénicas.
La capacidad de tu cuerpo para combatir los radicales libres que atacan y dañan las células y el colágeno también se ralentiza con la edad. Los antioxidantes actúan para proteger la piel de los radicales libres y mejorar su aspecto, reparando los daños e hidratando la piel. Los antioxidantes se encuentran en las vitaminas C, E y A, que deberían formar parte de una dieta saludable. Muchos productos para el cuidado de la piel incluyen ahora también estos antioxidantes en sus fórmulas.
Los hechos evidentes del daño solar
El daño solar del pasado te alcanza en forma de manchas de la edad y arrugas, sea cual sea tu tipo de piel. "Algo de esto ocurre naturalmente con la edad, pero no quieres acelerar el proceso de arrugas", dice la dermatóloga Marilyn Berzin, MD.
"Lo que puede acelerar el proceso es la exposición al sol y los daños en la piel provocados por el medio ambiente. La exposición al sol es la principal causa de daños en la piel", afirma. Y ningún tipo de piel es inmune al daño solar.
El sol provoca el 90% de los daños en la piel. Usa protección solar todos los días.
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Elige un protector solar que bloquee tanto los rayos UVA como los UVB (debe decir "amplio espectro" en la etiqueta). Un FPS de al menos 30 proporciona protección contra estos dos rayos.
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Aplícate el protector solar antes de salir al exterior.
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Vuelva a aplicar el protector solar al menos cada dos horas, y más a menudo si está sudando o entrando y saliendo del agua.
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Lleva un sombrero de ala ancha y ropa protectora, como una camisa de manga larga y pantalones. Incluso con protección solar, debes tomar precauciones, como limitar el tiempo de exposición al sol, especialmente entre las 10 y las 14 horas, cuando los rayos solares son más fuertes.
Sus opciones de cuidado de la piel
El humo de segunda mano, los productos químicos de limpieza y la contaminación del aire pueden causar problemas en la piel.
El estrés crónico también puede pasar factura. "El estrés produce hormonas que aumentan los niveles de radicales libres en el cuerpo, suprime el sistema inmunitario, deshidrata el cuerpo y adelgaza la piel", dice Berzin. También puede provocar acné, alterar la capacidad del cuerpo para ayudar a la piel a renovarse y reponerse, y causar urticaria, eczema, picor o enrojecimiento. El estrés también merma la capacidad del organismo para combatir los radicales libres y las bacterias.
Tomar mejores decisiones de estilo de vida puede ayudarte a cosechar los frutos de una piel más sana.
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Ejercicio. Hacer ejercicio puede reducir el estrés y ayudarle a dormir mejor, lo que conduce a una piel más sana.
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Duerme mucho. "Dormir es la oportunidad que tiene tu piel de reparar los daños causados durante el día", dice Halem. De siete a ocho horas por la noche permiten a tu rostro relajarse y suavizar las arrugas, evitar la suciedad y la mugre del aire y rejuvenecer.
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Come sano, luce sano. "Definitivamente sabemos que los alimentos pueden afectar a la piel porque lo vemos cuando hay una deficiencia", dice Berzin. "Si hay una deficiencia de vitamina C, puede causar escorbuto. Una deficiencia de zinc puede provocar una erupción roja y escamosa. Una carencia de hierro puede provocar la caída del cabello. Lo mejor que puedes hacer por tu piel es comer de forma equilibrada".
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Piensa antes de beber. Los dermatólogos recomiendan beber agua para hidratar la piel desde dentro. "Cuando bebes agua, las células absorben esa agua y se ven más rellenas, suavizando las arrugas", dice Halem. Lo contrario ocurre con las bebidas que deshidratan el cuerpo y la piel, especialmente el alcohol y las bebidas con cafeína. El café, el alcohol y los refrescos también pueden agotar los nutrientes del cuerpo que evitan que la piel tenga un aspecto cansado y apagado, causan enrojecimiento facial y empeoran afecciones de la piel como la rosácea.
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No fumes. El tabaquismo es el segundo causante de las arrugas y la sequedad de la piel, después del daño solar. Los estudios han demostrado que los fumadores tienen significativamente más arrugas finas que los no fumadores.
