Para el ojo experto, las uñas pueden proporcionar valiosas pistas sobre su salud en general; y notar y seguir esas pistas es la mejor manera de mantener unas uñas sanas.
Si te fijas bien en tus uñas, es posible que notes sutiles variaciones en la textura o el color: un toque de blanco aquí, un tono rosado allá, quizás algunas ondulaciones o protuberancias en la superficie. Puede que estas imperfecciones no te parezcan gran cosa, pero es más importante de lo que crees mantener unas uñas sanas. Esto se debe a que, para el ojo experto, las uñas pueden proporcionar valiosas pistas sobre tu salud general.
Consejos para tener unas uñas fuertes y sanas
Para mantener unas uñas sanas, evitar infecciones y mejorar su aspecto, pruebe los siguientes consejos:
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Mantén las uñas limpias y secas.
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Evite morderse o hurgarse las uñas.
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Aplícate crema hidratante en las uñas y las cutículas todos los días. Las cremas con urea, fosfolípidos o ácido láctico pueden ayudar a prevenir el agrietamiento.
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Limar las uñas en una dirección y redondear ligeramente la punta, en lugar de limarlas en punta.
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No quites las cutículas ni limpies demasiado en profundidad debajo de las uñas, ya que puedes provocar una infección.
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No extraigas las uñas encarnadas. Acude a un dermatólogo si se vuelven molestas.
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Evita los quitaesmaltes que contienen acetona o formaldehído.
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Lleve su propio instrumental si se hace manicuras con frecuencia.
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Si tiene uñas artificiales, compruebe regularmente si hay una decoloración verde (signo de infección bacteriana).
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Lleve una dieta equilibrada y tome vitaminas que contengan biotina.
Por último, para mantener tus uñas sanas a lo largo del tiempo, pide a tu médico que les eche un vistazo en tu próxima revisión.
"Al igual que los ojos son la ventana del alma, las uñas también lo son", dice la doctora Tamara Lior, dermatóloga de Cleveland Clinic Florida. Lior cuenta que una vez convenció a un paciente para que se hiciera una revisión de los pulmones tras notar un tono azulado en sus uñas, señal de que no recibían suficiente oxígeno. Efectivamente, tenía líquido en los pulmones.
Según el Dr. Joshua Fox, director de Dermatología Avanzada y portavoz de la Academia Americana de Dermatología, los cambios en las uñas de los dedos de las manos, que antes estaban sanas, pueden ser una señal de advertencia de muchas otras enfermedades, desde la hepatitis hasta las enfermedades del corazón. "Los cambios en las uñas pueden ser un signo de una enfermedad local, como una infección por hongos, o un signo de una enfermedad sistémica, como el lupus o la anemia", dice Fox al médico.
Dice que a veces intenta adivinar si una persona tiene anemia mirando sus uñas. Explica que los lechos ungueales pálidos y blanquecinos pueden indicar un recuento bajo de glóbulos rojos, consistente con la anemia.
Una deficiencia de hierro puede hacer que el lecho ungueal sea delgado y cóncavo y tenga crestas elevadas.
Aunque la mayoría de los pacientes de Fox no acuden para informar de problemas en las uñas, él revisa habitualmente a los pacientes para asegurarse de que tienen las uñas sanas. "Las uñas ofrecen muchas pequeñas pistas de lo que ocurre en su interior. Los pacientes con lupus tienen vasos sanguíneos extraños y angulares en los pliegues de las uñas. La psoriasis se inicia en las uñas hasta en un 10% de los casos" y provoca grietas y picaduras en el lecho ungueal.
Las enfermedades cardíacas pueden enrojecer el lecho ungueal. El trastorno obsesivo-compulsivo puede manifestarse en las uñas al morderse o hurgarse las uñas de forma persistente, dice Fox.
Incluso los trastornos más comunes, como la enfermedad de la tiroides, pueden provocar anomalías en el lecho ungueal, produciendo uñas secas y quebradizas que se agrietan y parten con facilidad.
Enumera los siguientes 10 ejemplos de cambios en las uñas que podrían indicar una enfermedad grave.
Guía para tener unas uñas sanas:10 posibles signos de afecciones graves |
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Aspecto de las uñas |
Condición asociada |
Uñas blancas |
Enfermedades del hígado como la hepatitis |
Uñas amarillentas, engrosadas y de crecimiento lento. |
Enfermedades pulmonares como el enfisema |
Uñas amarillentas con un ligero rubor en la base |
Diabetes |
Uñas medio blancas, medio rosadas. |
Enfermedad renal |
Lechos ungueales rojos |
Enfermedades del corazón |
Lechos ungueales pálidos o blancos |
Anemia |
Picaduras u ondulaciones en la superficie de la uña |
Psoriasis o artritis inflamatoria |
"Clubbing", un aumento indoloro del tejido alrededor de los extremos de los dedos, o inversión de la uña |
Enfermedades pulmonares |
Líneas rojas irregulares en la base del pliegue de la uña |
Lupus o enfermedad del tejido conectivo |
Líneas oscuras debajo de la uña |
Melanoma |
'Raramente la primera pista'
Pero, ¿puede un médico detectar realmente una cardiopatía o un problema renal no diagnosticados mirando las uñas? La portavoz del Colegio Americano de Médicos, Christine Laine, MD, MPH, dice que no es probable. No discute la conexión entre las uñas y la enfermedad, pero advierte: "Los cambios en las uñas rara vez son la primera pista de una enfermedad grave. En la mayoría de los casos, los pacientes manifestarán otros signos o síntomas de enfermedad antes de que los cambios en las uñas sean evidentes. Por ejemplo, sería inusual que el palillo de las uñas fuera lo primero que notara un paciente con enfisema. Probablemente la dificultad respiratoria ya estaría presente".
Además, Laine, que es subdirector principal de la revista Annals of Internal Medicine, señala que ciertas enfermedades pueden provocar cambios en las uñas en algunos pacientes, pero no en otros. "Por ejemplo, no todas las personas con enfermedades hepáticas desarrollan uñas blancas", dice Laine al médico. Lo contrario también es cierto: no todas las personas con uñas blancas tienen una enfermedad hepática. "En ausencia de otros signos o síntomas de enfermedad, yo sería reacio a iniciar un complejo y costoso estudio de enfermedad sistémica sólo por los hallazgos en las uñas".
Fox está de acuerdo en que no es necesario correr al cardiólogo más cercano si el lecho ungueal se pone rojo. "Podría ser perfectamente por el esmalte de uñas", dice. Antes de suponer lo peor, es importante buscar explicaciones más comunes, como moretones, sangrado debajo de la uña e infecciones por hongos. Sin embargo, merece la pena estar atento a mantener unas uñas sanas para estar alerta ante cualquier posible problema.
Cuándo acudir al dermatólogo
Cuando las uñas sanas empiezan a cambiar de color o textura, una de las causas subyacentes más comunes son los hongos en las uñas, que pueden hacer que éstas se agrieten, se desprendan y cambien de color y textura. Estas infecciones suelen ser difíciles de tratar y pueden requerir ayuda profesional, incluyendo medicamentos antimicóticos recetados. Fox dice que lo mejor es acudir a un dermatólogo si los síntomas persisten, especialmente si las uñas empiezan a desprenderse de la base o se experimenta dolor e hinchazón.
Esté atento a los cambios en la textura, la forma o el color que no se deban a un hematoma o a una infección por hongos, incluidos el crecimiento irregular, las picaduras o los agujeros en las uñas, las vetas de color marrón oscuro bajo la uña y la cutícula, o las verrugas de larga duración en el lecho ungueal. Cualquier cambio de color de este tipo en uñas previamente sanas es motivo de preocupación. Según Lior, estos cambios pueden indicar un cáncer de piel. "Las verrugas alrededor de las uñas tienen tendencia a convertirse en un cáncer de células escamosas", explica la doctora. "Si los pacientes ven una decoloración oscura que afecta a la cutícula, entonces nos preocupamos por el melanoma", la forma más mortífera de cáncer de piel.
Fox aconseja informar de este tipo de cambios a un especialista lo antes posible. "Los dermatólogos están bien entrenados para descifrar entre las afecciones inocuas y las graves de las uñas, así como para determinar cuándo un cambio requiere más pruebas".