Inmunidad activa y pasiva: ¿Cuál es la diferencia?

Descubra las diferencias entre la inmunidad activa y la pasiva, los pros y los contras de cada una, ejemplos y mucho más.

Qué son la inmunidad activa y la pasiva?

Tu inmunidad se fortalece cuando hay anticuerpos contra enfermedades y dolencias presentes. El propósito de los anticuerpos es dañar o matar a los organismos extraños que entran en tu cuerpo. Tanto la inmunidad activa como la pasiva cumplen este propósito, pero se diferencian en la forma en que se crean los anticuerpos.

Inmunidad activa. La inmunidad activa es más común en nuestro cuerpo que la inmunidad pasiva. Nuestros sistemas inmunitarios individuales crean inmunidad activa de forma instintiva cuando se exponen a nuevas bacterias y patógenos extraños.

La inmunidad activa se produce en respuesta a respirar aire nuevo, comer alimentos nuevos y tocar cosas nuevas. Las personas con un sistema inmunitario normal no enferman cada vez que algo nuevo entra en su cuerpo porque la inmunidad activa trabaja constantemente para neutralizar los agentes extraños. Los ejemplos de inmunidad activa son innumerables porque el cuerpo se expone y reacciona a nuevos patógenos cada día...

Inmunidad pasiva. Se considera inmunidad pasiva a las aportaciones que no realiza el organismo. Son menos comunes, pero son increíblemente importantes porque permiten a nuestro cuerpo adoptar una defensa proactiva contra enfermedades y dolencias peligrosas.

Ventajas y desventajas de la inmunidad activa

Una ventaja de la inmunidad activa es que dura más que la inmunidad pasiva. La inmunidad activa crea un cierto tipo de células que tienen una larga memoria, y cuando reconocen un patógeno peligroso, su memoria se activa. Las células se multiplican y alertan a otras partes del sistema inmunitario de que ha vuelto algo conocido, y trabajan juntas para luchar contra algo que saben exactamente cómo derrotar".

Aunque normalmente se ingieren sustancias extrañas que no suponen una amenaza para la vida, es posible que nos encontremos con algo peligroso. Como la inmunidad activa es aleatoria, hay más posibilidades de que se produzcan enfermedades.

Asimismo, la inmunidad activa no le protege contra las mutaciones de las enfermedades contra las que su cuerpo ya tiene anticuerpos. Cuando las enfermedades mutan, cambian su estructura de forma que el sistema inmunitario no está preparado para combatirlas.

Ventajas y desventajas de la inmunidad pasiva

La inmunidad pasiva es valiosa para tu salud porque puedes estar inmediatamente preparado para combatir enfermedades y dolencias específicas y peligrosas. Protege a tu cuerpo de cosas que no podría superar por sí mismo...

Además, la inmunidad pasiva da a su sistema inmunitario un impulso inmediato.

El mayor inconveniente de la inmunidad pasiva es que estos anticuerpos no permanecen en el cuerpo durante mucho tiempo. Como el cuerpo no reacciona continuamente a patógenos específicos, los anticuerpos que los combaten morirán sin reponerse.

Ejemplos de inmunidad pasiva

Uno de los casos más comunes de inmunidad pasiva se da entre las madres y sus hijos. Los bebés se benefician de la inmunidad pasiva a través de sus madres antes de nacer y durante un periodo de tiempo posterior. La placenta y la leche materna ofrecen algo llamado anticuerpos maternos que les ayudan a mantenerse sanos.

Placenta. Las mujeres embarazadas proporcionan a sus bebés nutrición y defensa contra las enfermedades a través de la placenta y la circulación sanguínea. Con la sangre, los anticuerpos maternos y otras defensas inmunitarias viajan hasta el feto. Aunque el bebé está casi siempre a salvo de las bacterias y las enfermedades antes de nacer, inmediatamente después de salir del cuerpo de su madre es susceptible de sufrirlas.

Leche materna. La leche materna también ofrece anticuerpos maternos. En concreto, el calostro producido por las madres inmediatamente después del parto ayuda a transmitir la inmunidad. El calostro tiene niveles extremadamente altos de anticuerpos que ayudan a proteger los intestinos y otros sistemas importantes...

La inmunidad del sistema materno prepara al niño para cualquier cosa con la que entre en contacto antes de que pueda crear su propio sistema inmunitario.

Las vacunas son otra forma común de inmunidad pasiva. Cuando uno recibe una vacuna, se le da una pequeña dosis de patógenos que su cuerpo puede derrotar. Después de eliminar las sustancias extrañas, su cuerpo crea una defensa temporal. Durante un periodo de tiempo que varía según la vacuna, su sistema inmunitario está bien equipado para luchar contra los mismos patógenos...

Su cuerpo necesita estar continuamente expuesto a nuevos patógenos y otras sustancias para mantenerse sano. Tanto la inmunidad activa como la pasiva contribuyen a un sistema inmunitario bien equipado y fuerte.

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