El agotamiento por calor: Síntomas, causas, tratamiento y prevención

El médico explica los síntomas y el tratamiento del agotamiento por calor, una enfermedad relacionada con el calor que puede desarrollarse tras varios días de exposición a altas temperaturas y una reposición inadecuada o desequilibrada de líquidos.

Hay dos tipos de agotamiento por calor:

  • Agotamiento de agua. Los signos incluyen sed excesiva, debilidad, dolor de cabeza y pérdida de conciencia.

  • Agotamiento de la sal. Los signos incluyen náuseas y vómitos, calambres musculares y mareos.

Aunque el agotamiento por calor no es tan grave como la insolación, no es algo que deba tomarse a la ligera. Sin una intervención adecuada, el agotamiento por calor puede progresar hasta convertirse en un golpe de calor, que puede dañar el cerebro y otros órganos vitales, e incluso causar la muerte.

Síntomas del agotamiento por calor

Los signos y síntomas más comunes del golpe de calor son:

  • Confusión

  • Orina de color oscuro (signo de deshidratación)

  • Mareos

  • Desmayos

  • Fatiga

  • Dolor de cabeza

  • Calambres musculares o abdominales

  • Náuseas, vómitos o diarrea

  • Piel pálida

  • Sudoración profusa

  • Latidos rápidos del corazón

Tratamiento para el agotamiento por calor

Si usted, o cualquier otra persona, tiene síntomas de agotamiento por calor, es esencial salir inmediatamente del calor y descansar, preferiblemente en una habitación con aire acondicionado. Si no puede entrar, intente encontrar el lugar fresco y con sombra más cercano.

Otras estrategias recomendadas son:

  • Beber mucho líquido, especialmente bebidas deportivas para reponer las sales perdidas...(evitar la cafeína y el alcohol).

  • Quítese la ropa ajustada o innecesaria.

  • Tomar una ducha, baño o esponja fría.

  • Aplicar otras medidas de enfriamiento, como ventiladores o toallas de hielo.

Si estas medidas no consiguen aliviarle en 15 minutos, busque ayuda médica de urgencia, ya que un agotamiento por calor no tratado puede evolucionar hacia un golpe de calor.

Después de recuperarse de un golpe de calor, probablemente será más sensible a las altas temperaturas durante la semana siguiente. Así que es mejor evitar el calor y el ejercicio intenso hasta que su médico le diga que es seguro retomar sus actividades normales.

Factores de riesgo del golpe de calor

El agotamiento por calor está fuertemente relacionado con el índice de calor, que es una medida del calor que se siente cuando se combinan los efectos de la humedad relativa y la temperatura del aire. Una humedad relativa del 60% o más dificulta la evaporación del sudor, lo que dificulta la capacidad de tu cuerpo para enfriarse.

El riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el calor aumenta drásticamente cuando el índice de calor sube a 90 grados o más. Por lo tanto, es importante, especialmente durante las olas de calor, prestar atención al índice de calor notificado, y también recordar que el índice de calor es aún mayor cuando se está de pie a pleno sol.

Si vive en una zona urbana, puede ser especialmente propenso a desarrollar un agotamiento por calor durante una ola de calor prolongada, sobre todo si hay condiciones atmosféricas de estancamiento y mala calidad del aire. En lo que se conoce como "efecto isla de calor", el asfalto y el hormigón almacenan el calor durante el día y sólo lo liberan gradualmente por la noche, lo que da lugar a temperaturas nocturnas más altas.

Otros factores de riesgo asociados a las enfermedades relacionadas con el calor son:

  • La edad.

    Los bebés y los niños de hasta 4 años, así como los adultos mayores de 65 años, son especialmente vulnerables porque se adaptan al calor más lentamente que el resto de las personas.

  • Ciertas condiciones de salud.

    Entre ellas se encuentran las enfermedades cardíacas, pulmonares o renales, la obesidad o el bajo peso, la hipertensión arterial, la diabetes, las enfermedades mentales, el rasgo de células falciformes, el alcoholismo, las quemaduras solares y cualquier afección que cause fiebre. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de visitas a urgencias, hospitalización y muerte por enfermedades relacionadas con el calor y pueden ser especialmente propensas a subestimar su riesgo durante las olas de calor.

  • Medicamentos.

    Estos incluyen algunos medicamentos de las siguientes clases: diuréticos, sedantes, tranquilizantes, estimulantes, medicamentos para el corazón y la presión arterial, y medicamentos para las condiciones psiquiátricas.

Consulte a su médico para saber si sus condiciones de salud y medicamentos pueden afectar a su capacidad para afrontar el calor y la humedad extremos.

Cómo prevenir el agotamiento por calor

Cuando el índice de calor es alto, lo mejor es permanecer en el interior con aire acondicionado. Si tiene que salir al exterior, puede prevenir el agotamiento por calor tomando estas medidas:

  • Lleve ropa ligera, de color claro y holgada, y un sombrero de ala ancha.

  • Utiliza un protector solar con un FPS de 30 o más.

  • Bebe más líquidos. Para evitar la deshidratación, beba mucha agua, zumo de frutas o de verduras al día. Dado que las enfermedades relacionadas con el calor también pueden ser consecuencia de la falta de sal, puede ser aconsejable sustituir el agua por una bebida deportiva rica en electrolitos durante los períodos de calor y humedad extremos. Pregunte a su médico sobre los mejores tipos de líquido y la cantidad que debe beber.

  • Una recomendación general para los que hacen ejercicio de intensidad moderada a alta es beber de 17 a 20 onzas de líquido dos o tres horas antes del ejercicio, y considerar añadir otras ocho onzas de agua o bebida deportiva justo antes del ejercicio. Durante el ejercicio, debe consumir entre siete y diez onzas más de agua cada 20 minutos, aunque no tenga sed. Además, beba otras 8 onzas en la media hora posterior al ejercicio. Tome precauciones adicionales cuando haga ejercicio o trabaje al aire libre.

  • Evite los líquidos que contengan cafeína o alcohol, porque ambas sustancias pueden hacerle perder más líquidos y empeorar el agotamiento por calor. Si tiene epilepsia o una enfermedad grave del corazón, los riñones o el hígado, sigue una dieta con restricción de líquidos o tiene un problema de retención de líquidos, consulte a su médico antes de aumentar la ingesta de líquidos.

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