Descubre las etapas de cicatrización de cortes y heridas leves, y aprende con esta presentación de médicos cómo tratarlas.
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Puedes ocuparte tú mismo de la mayoría de los cortes y raspones menores. Cómo puedes saber que no necesitas ayuda médica? El tratamiento casero está bien si la herida no es muy profunda y no está en un lugar donde la cicatrización sea un problema, como la cara. También puedes tratarla por tu cuenta si puedes detener la hemorragia en 10 minutos con una presión suave. Y asegúrate de que no hay suciedad en la herida y de que te has vacunado contra el tétanos en los últimos 10 años.
Etapa 1: La hemorragia se detiene
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En la primera de las cuatro etapas de curación, tu cuerpo entra en acción para detener el flujo de sangre. Las paredes de los vasos sanguíneos se estrechan para dejar pasar menos sangre. En cuestión de minutos, unas células sanguíneas llamadas plaquetas acuden al lugar. Las proteínas de la sangre actúan como un pegamento para que las plaquetas se agrupen y se adhieran a la abertura del vaso sanguíneo. Así se forma un coágulo que tapona la hemorragia.
Etapa 2: Comienza la inflamación
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Las plaquetas de tu sangre liberan sustancias químicas especiales que provocan la inflamación. Es posible que veas algo de hinchazón y enrojecimiento alrededor de la herida. Los glóbulos blancos se dirigen al lugar. Limpian la zona lesionada de bacterias y otros gérmenes para evitar que se infecte. Los glóbulos blancos también producen unas sustancias químicas llamadas factores de crecimiento que ayudan a reparar la zona lesionada.
Etapa 3: La piel se reconstruye
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Ahora el proceso de curación de tu cuerpo se pone en marcha. Las células sanguíneas llegan para empezar a construir una nueva piel. Proporcionan a la herida el oxígeno y los nutrientes que necesita para cicatrizar y hacer crecer nuevos vasos sanguíneos. Los mensajeros químicos dirigen a las células para que produzcan colágeno, una proteína que actúa como un andamio para reconstruir la zona dañada. Es posible que veas una cicatriz, que empieza siendo roja pero que debería desaparecer con el tiempo.
Etapa 4: La recta final
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Todo lo que necesitas para reconstruir tu piel ya está en marcha. La última etapa de la curación consiste en hacer que la nueva piel sea más fuerte. Es posible que veas algunos estiramientos o arrugas alrededor de la herida mientras el tejido de reemplazo se afianza. La cicatrización total puede durar días, meses o incluso años. Una vez que el daño se haya reparado por completo, tu piel debería ser tan fuerte como lo era antes de la lesión.
Cuidado de la herida Paso 1: Aplicar presión
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Antes de hacer nada, lávate las manos con agua y jabón. A continuación, el primer paso es detener la hemorragia. Presiona suavemente la piel con una gasa o un paño limpio. Si la sangre empapa la gasa, añade otro trozo encima. Eleva la zona lesionada si puedes para frenar el flujo de sangre. Mantén la presión durante unos minutos.
Cuidado de la herida Paso 2: Aclarar bien
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A continuación, limpia la suciedad y los restos de la herida para evitar que se infecte. Aclara el corte bajo el grifo o vierte un vaso de agua clara sobre él. También puedes utilizar una toallita sin alcohol o una gasa estéril humedecida con agua. No utilices un antiséptico para lavar la herida, porque podría irritar tu piel.
Cuidado de la herida Paso 3: lavar alrededor de ella
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Pon un poco de jabón en una toallita y lava alrededor del punto lesionado. Intenta que no caiga jabón en la herida. No uses peróxido de hidrógeno ni yodo, porque podría irritar la piel que ya está dañada. Después, seca suavemente la zona con una toalla o pañuelos limpios. No utilices una bola de algodón, porque podrían quedar trozos en la herida.
Cuidado de la herida Paso 4: Retirar los restos
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Si todavía ves suciedad en el corte después de haberlo lavado, utiliza unas pinzas limpiadas con alcohol para frotar para sacarla con cuidado. También puedes utilizar unas pinzas para sacar cualquier cristal, grava u otras cosas que hayan quedado dentro de la herida. Si no puedes sacarlo todo, acude a tu médico.
Cuidado de la herida Paso 5: Utilizar una pomada
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Frota suavemente una fina capa de pomada antibiótica como Neosporin o Polysporin sobre el corte. No te ayudará a curarte más rápido, pero mantendrá alejada la infección. También permite que la piel se mantenga húmeda. Algunas personas son sensibles a las pomadas. Si notas una erupción alrededor del corte, deja de usarlo.
Cuidado de la herida Paso 6: Vendaje
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No es necesario que cubras los cortes y raspones pequeños. Pero si tu herida está en un lugar que roza con tu ropa o puede ensuciarse -como en la rodilla o la mano- pon una gasa o un vendaje estéril.
Un vendaje mantiene la zona húmeda, lo que ayuda a prevenir costras y cicatrices. El vendaje también mantendrá alejadas las bacterias y evitará la infección. Para cortes más profundos, utilice una venda "mariposa" para mantener la piel cerrada.
Cuidado de las heridas Paso 7: Cambiar los vendajes
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Ponte una nueva al menos una vez al día para mantener la herida limpia. Y sustitúyelo si el vendaje viejo se moja o ensucia.
Lávate las manos antes de cambiar el vendaje. Procura no tocar la herida. Puedes aplicar otra capa de pomada antibiótica antes de poner el nuevo vendaje.
Cuidado con las infecciones
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Cualquier abertura en la piel puede infectarse. A medida que su herida se cura, esté atento a estos signos, y consulte a su médico si tiene:
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Enrojecimiento e hinchazón
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Mucho dolor cerca de la herida
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Drenaje de un líquido espeso y grisáceo de la misma
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Fiebre superior a 100,4 F.
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Vetas rojas cerca del corte