el médico explica la cirugía del desprendimiento de retina.
La retina es una fina capa de tejido en la parte posterior del ojo que es crucial para la visión. Por diferentes motivos, puede empezar a desprenderse de la capa que tiene debajo.
Un desprendimiento de retina suele comenzar con un pequeño desgarro o agujero en la retina. El líquido ocular natural puede filtrarse por ese agujero y acumularse detrás de la retina. Con el tiempo, esto puede hacer que la retina se desprenda de la capa que hay debajo, como el papel pintado que se desprende de una pared.
Sólo un médico puede decirle si tiene un desprendimiento de retina o un desgarro de retina. Si necesita una intervención quirúrgica, hay diferentes tipos.
Opciones quirúrgicas
Su cirujano ocular decidirá qué procedimiento para el desprendimiento de retina es el adecuado para usted.
Inyectar gas en el ojo es una posibilidad para devolver la retina a su posición original. El médico inyecta una burbuja de gas en el centro del ojo, que empuja la retina hacia atrás. Los médicos utilizan este método, llamado retinopexia neumática, si la retina acaba de empezar a desprenderse.
Otra opción es hacer una "hendidura" en el ojo, que los médicos denominan hebilla escleral... El cirujano cose una tira o esponja de silicona en el exterior del ojo. Esto crea una hendidura, de modo que la pared de su ojo puede encontrarse con el desprendimiento en su retina y ayudar a que se cure.
El médico también puede optar por sustituir el líquido ocular mediante un procedimiento denominado "vitrectomía", en el que se extrae la sustancia gelatinosa del ojo y se sustituye por otro material, en función de sus necesidades.
¿Se puede evitar la cirugía?
Si su retina tiene un agujero o un desgarro, pero no ha empezado a desprenderse, no necesitará esos procedimientos. Sin embargo, su médico puede aconsejarle los siguientes métodos para reparar el agujero.
La cirugía láser es una forma de hacerlo. Un cirujano ocular dirige un rayo láser hacia el ojo para provocar pequeñas quemaduras alrededor del orificio. Así se crean cicatrices o un sello para taponar el desgarro y evitar que se convierta en un desprendimiento de retina.
La congelación, que los médicos llaman criopexia, es otra posibilidad. Para este procedimiento, el médico adormece el ojo y le coloca una pequeña sonda de congelación. Al igual que la cirugía láser, el método de congelación crea un tejido cicatricial alrededor del agujero para corregir el problema.
A veces la retina se desprende sin desgarro. Esto suele ocurrir si se padece una enfermedad o una lesión que hace que se acumule líquido detrás de la retina. En estos raros casos, la retina desprendida puede arreglarse tratando la enfermedad, y no es necesario operar.
Riesgos de la cirugía
La mayoría de las cirugías para reparar un desprendimiento de retina no necesitan anestesia general, por lo que estará despierto durante la misma. Sin embargo, la cirugía en sí puede causar otros problemas, como:
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Sangrado
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Infección
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No recuperar la visión completa
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No reparar la retina desprendida, lo que puede suponer más cirugía
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Un aumento de la presión ocular
Antes de la cirugía, usted y su médico hablarán sobre sus riesgos y beneficios.
Qué se puede esperar después de la cirugía
Puede operarse de un desprendimiento de retina en una consulta médica o en un hospital.
Después de la operación, pueden pasar algunos meses para saber qué calidad tendrá su visión. Tendrá más posibilidades de obtener un buen resultado si la reparación se realiza antes de que se desprenda la parte central de la retina, llamada mácula.
En algunos casos, podría perder la vista. Por eso debe acudir a su médico de inmediato si tiene cambios repentinos en su visión, especialmente si de repente empieza a ver muchas más moscas volantes, que son puntos o garabatos que aparecen ante sus ojos, o ve destellos de luz o una cortina oscura que se desplaza hacia su visión.