¿Por qué cambia el tamaño de su pupila? Averigüe por qué ocurre esto y si puede o no estar relacionado con un trastorno ocular.
El tamaño de la pupila varía a lo largo del día en función de las condiciones de iluminación que le rodean. Si estás en un entorno luminoso, la pupila se encoge para permitir que entre menos luz en el ojo. En un entorno oscuro, la pupila se expande para dejar entrar más luz.
El tamaño de la pupila también puede cambiar dependiendo de si está mirando objetos cercanos o lejanos. Si la pupila no varía de tamaño en respuesta a los cambios de iluminación y de mirada, es posible que haya algún problema.
En un adulto, el diámetro de la pupila suele variar entre 2 y 4 milímetros con luz brillante y entre 4 y 8 milímetros en la oscuridad.
El tamaño máximo de la pupila también varía significativamente entre los distintos grupos de edad. Por ejemplo, la pupila es la más ancha en torno a los 15 años, tras lo cual comienza a estrecharse de forma incoherente a partir de los 25 años...
Por qué cambia el tamaño de la pupila?
El tamaño de la pupila puede cambiar drásticamente en respuesta no sólo a la luz, sino también a sus emociones, a los períodos de concentración intensa, a los alimentos recién ingeridos, a los medicamentos recetados y a los trastornos o enfermedades subyacentes. Las lesiones físicas anteriores en el ojo o en la cabeza también pueden tener un impacto duradero en el tamaño medio de la pupila.
Respuesta a la luz. Las variaciones en las condiciones de iluminación son la razón más común para un cambio en el tamaño de la pupila. Las pupilas de ambos ojos responden de forma independiente a la luz brillante o tenue, por lo que es posible que una pupila se expanda o se contraiga mientras la otra permanece estable. Las pupilas también realizan pequeños ajustes de tamaño para ayudarle a enfocar mejor un objeto cercano o lejano.
Emociones. Procesar o experimentar emociones hace que el tamaño de las pupilas también cambie. Las pupilas se expanden o dilatan ligeramente cada vez que se siente excitado o nervioso. Ver señales emocionales fuertes, como la risa o el llanto de una persona, también puede provocar diferencias en el tamaño de las pupilas. En general, las pupilas tienden a ensancharse si se siente una emoción positiva o negativa. Las pupilas también pueden ensancharse si te concentras mucho en una tarea concreta, como resolver un problema de matemáticas o recuperar un recuerdo.
Medicamentos y drogas. Tanto los medicamentos recetados como los de venta libre pueden hacer que las pupilas se dilaten o se contraigan. Su oftalmólogo o médico de los ojos puede darle gotas para los ojos que amplíen o dilaten sus pupilas. Esto permite a los profesionales médicos observar mejor el interior de su ojo. Las drogas ilegales o recreativas también pueden producir cambios notables en el tamaño de las pupilas. Las drogas de las que más se abusa y que afectan al tamaño de las pupilas son la cocaína, el LSD, el MDMA, la heroína, las metanfetaminas y la ketamina.
Problemas de salud que pueden afectar al alumno
Los defectos en la pupila podrían ser el resultado de un trastorno del ojo o de la vía que conecta el cerebro y el ojo. También es posible que la pupila de un solo ojo esté afectada. Los síntomas de una anomalía en el funcionamiento de la pupila incluyen dolor de cabeza, sensibilidad a la luz, visión doble y párpados caídos. Estos son algunos de los trastornos de la pupila más comunes.
Anisocoria. La anisocoria esencial o funcional significa simplemente que el tamaño de las pupilas de los dos ojos es desigual. Alrededor del 20% de las personas sanas tienen algún grado de anisocoria. Suele ser inofensiva y no requiere tratamiento, a menos que interfiera con la visión normal.
Síndrome de Horners. El síndrome de Horner es una enfermedad rara que se produce cuando la vía nerviosa que va del cerebro a un lado de la cara se altera y el ojo de ese lado de la cara se ve afectado. Este problema puede producirse tras un accidente cerebrovascular y suele ir acompañado de dificultades de equilibrio, deglución y audición.
Pupila tónica de Adies. La pupila tónica de Adies es un trastorno neurológico poco frecuente y suele afectar a un solo ojo. En esta afección, la pupila se mantiene expandida y muestra muy ligeros cambios de tamaño, si es que los hay. Además, la pupila no responde a los cambios de luz ni a otros estimulantes.
Parálisis del tercer nervio craneal. Una parálisis completa del tercer ojo hace que un párpado esté completamente cerrado, con el ojo abultado hacia fuera y hacia abajo. Esta condición puede existir en diversos grados y generalmente se observa en un solo ojo.
Pupila de Argyll Robertson o AR. Las pupilas AR son pequeñas y no se contraen cuando se exponen a una luz brillante. Sin embargo, muestran un cambio de tamaño normal al enfocar objetos cercanos. Las pupilas AR son extremadamente infrecuentes y podrían ser un signo de daño nervioso debido a la sífilis o la diabetes.