Descubra por qué algunas afecciones cutáneas, como la rosácea y la blefaritis, están relacionadas con el ojo seco.
La rosácea, la blefaritis y el prurito en los párpados o cerca del ojo son algunas de las afecciones cutáneas que están relacionadas con el ojo seco. Pueden dificultar la producción de lágrimas por parte del ojo. También pueden impedir que se cree la película grasa que cubre la superficie del ojo, que ayuda a mantenerlo húmedo.
Rosácea
La rosácea es una enfermedad cutánea común que provoca manchas rosadas en la piel y puntos secos o grasos, generalmente en la cara. Existe una enfermedad relacionada llamada rosácea ocular que puede causar sequedad en los ojos.
La rosácea y la rosácea ocular parecen estar relacionadas con trastornos autoinmunes, que se producen cuando el sistema inmunitario -la defensa del organismo contra los gérmenes- se dispara y ataca distintas partes del cuerpo. La rosácea ocular también puede estar relacionada con los ácaros que viven en las pestañas o las bacterias de la piel que acaban en el párpado.
La rosácea ocular puede afectar a las glándulas de meibomio. Están situadas en el borde de los párpados superior e inferior, en el lugar donde se unen cuando se cierran los ojos. Estas glándulas producen la capa superficial aceitosa de los ojos, que los mantiene húmedos y evita que las lágrimas se sequen. La rosácea ocular bloquea las glándulas, lo que impide que el cuerpo produzca esta película protectora.
Las personas con rosácea ocular también son más propensas a la deshidratación, lo que significa que los ojos también pueden carecer de humedad. La rosácea ocular también puede dañar la glándula lagrimal, que produce las lágrimas.
Blefaritis
Cuando se tiene blefaritis, los párpados se inflaman o se hinchan. Esta afección puede influir en la aparición del ojo seco.
La blefaritis que se produce en la parte interior del párpado (la parte que toca el globo ocular) se denomina blefaritis posterior.
La blefaritis que afecta al lugar donde las pestañas se unen al párpado, llamada blefaritis anterior, puede estar causada por la caspa del cuero cabelludo o de las cejas. La caspa y la rosácea provocan una inflamación que puede bloquear las glándulas de los párpados e interferir en el revestimiento graso del ojo. La blefaritis también puede estar causada por una erupción cutánea debida a una reacción alérgica a algo como el látex.
Prurito
El prurito es el término médico para referirse a la picazón. Diversos problemas de la piel pueden causarlo. Por ejemplo, la dermatitis atópica o la psoriasis cerca del ojo pueden estar relacionadas con el picor de ojos.
El picor ocular (del ojo) puede estar relacionado con el ojo seco. Lo desencadenan las mismas cosas que provocan el picor en otras partes del cuerpo, como las reacciones alérgicas a medicamentos o productos cosméticos.
Además de la sensación de picor, es posible que se hinche la zona que rodea el párpado o que se formen escamas en él. Al igual que en el caso de la rosácea ocular y la blefaritis, el prurito puede implicar problemas con las glándulas de los párpados. El prurito puede cesar por la noche, posiblemente porque los párpados cerrados mantienen en su sitio la película aceitosa producida por las glándulas, lo que impide que las lágrimas se sequen.
