Su visión en la tercera edad

¿Qué problemas de visión son habituales en la tercera edad? Descúbrelo en la guía de visión saludable para personas mayores.

Los cambios de visión más comunes relacionados con la edad son:

Presbicia

Tus ojos empiezan a tener problemas para enfocar los objetos de cerca, un proceso que casi siempre empieza a los 40 años. Los médicos lo llaman presbicia.

Los síntomas son:

  • Problemas para leer la letra pequeña

  • Dolores de cabeza

  • Tensión ocular

Qué causa la presbicia? Con el tiempo, el cristalino del ojo se endurece. Los músculos que rodean al cristalino también cambian con la edad. Estos cambios dificultan el funcionamiento del cristalino.

Un oftalmólogo puede diagnosticar la presbicia y corregirla con gafas o lentes de contacto. Las lentes bifocales son gafas con la mayor potencia de enfoque en la parte inferior del cristalino. Si no necesita gafas para ver de lejos, es posible que sólo necesite gafas de lectura.

O su médico puede sugerirle lentes de contacto, que pueden corregir su visión y la necesidad de gafas. Incluso si puede ver de lejos, las lentes de contacto pueden ayudar a su visión de cerca. Las opciones son las lentes de contacto bifocales o de monovisión, en las que se lleva un contacto para ver de cerca y, si es necesario, un contacto en el otro ojo para ver de lejos.

Las lentes de contacto multifocales te permiten ver de cerca, de lejos y en todos los puntos intermedios.

Cataratas

Las cataratas nublan la visión. Suelen estar asociadas al envejecimiento. La mitad de los estadounidenses tienen cataratas al llegar a los 80 años.

Los síntomas de una catarata pueden ser:

  • Visión borrosa, nublada o poco clara.

  • Visión doble con un ojo

  • Dificultad para ver por la noche o con luz tenue

  • Halos alrededor de las luces

  • Sensibilidad a la luz y al deslumbramiento

  • Colores desvaídos o amarillos, o problemas para diferenciar los azules de los verdes

  • Problemas para ver un objeto sobre un fondo del mismo color

En las fases más tempranas, basta con cambiar la graduación de las gafas o lentes de contacto. Utilizar luces más brillantes para leer o una lupa también puede ayudar. Si los halos o el deslumbramiento son un problema, la conducción nocturna puede ser difícil. Las gafas de sol y los cristales tintados pueden mejorar la comodidad de la conducción durante el día. Acuda a su oftalmólogo para cualquier duda que tenga.

Si una catarata empieza a interferir en su vida cotidiana, un oftalmólogo especializado en cirugía de cataratas puede extraer el cristalino opaco y sustituirlo por un implante de lente transparente.

Moscas volantes

Suelen ser una parte inofensiva y natural del envejecimiento. Son sombras de vítreo, que es la sustancia gelatinosa que hace que el ojo sea redondo, proyectadas sobre la retina.

Las moscas volantes pueden aparecer en forma de manchas, hilos o líneas onduladas que se desplazan, incluso cuando el ojo deja de moverse. Son más evidentes cuando se mira algo brillante, como un cielo azul. Son más frecuentes en personas muy miopes o que han sido operadas de cataratas.

Si de repente nota muchas moscas volantes, puede significar que una parte del vítreo se ha desprendido de la retina de golpe, a veces con un desgarro en la retina. Si también tiene una pérdida de visión lateral y destellos de luz, es posible que la retina se esté levantando de su posición normal. Esto es un desprendimiento de retina. Puede causar una pérdida de visión permanente, incluso ceguera, si no se trata. Busque atención médica inmediata acudiendo a su oftalmólogo. Si es necesaria una intervención quirúrgica, se puede recurrir a un oftalmólogo o a un especialista en retina.

Ojos secos

Las lágrimas humedecen tus ojos, disminuyen el riesgo de infección y mantienen la superficie ocular (córnea) lisa y clara.

A veces los ojos no producen suficientes lágrimas de buena calidad. Esto dificulta que los ojos se mantengan sanos. La sequedad ocular puede darse a cualquier edad, pero es más frecuente en personas mayores de 65 años. Los cambios hormonales de la menopausia también pueden aumentar el riesgo de sequedad ocular en las mujeres. Otros factores que pueden contribuir son los medicamentos, las lentes de contacto y ciertas condiciones médicas o ambientales, como un clima seco.

Los síntomas de la sequedad ocular son:

  • Ardor

  • Sensación de arañazo, arenilla o irritación

  • Riego extra

  • Visión borrosa

Si la sequedad ocular se agrava demasiado, la córnea puede resultar dañada, perjudicando la visión.

En el caso de la sequedad ocular leve, las lágrimas artificiales de venta libre pueden servir, junto con los cuidados personales, como el aumento de la humedad.

Para los casos más graves de sequedad ocular, lo mejor son las gotas oculares recetadas u otros tipos de tratamiento. Si las gotas de venta libre no alivian los síntomas de la sequedad ocular, debe acudir al oftalmólogo, ya que ésta puede ser un síntoma de otros problemas oculares.

Otros cambios oculares derivados del envejecimiento

Estos son algunos otros cambios que son comunes con la edad:

  • Las pupilas se vuelven más pequeñas y no se abren tan bien como antes.

  • Los párpados se caen o se inflaman. Esto a veces afecta a la visión.

Puedes hacer algunos ajustes para afrontar estos cambios, como:

  • Utilizar iluminación adicional y poner persianas en las bombillas.

  • Elige bombillas fluorescentes de "alto color" con un índice de reproducción cromática de 80 o superior.

  • Utilice gafas con revestimiento antirreflectante.

  • Deshágase de las distracciones al conducir.

  • Hágase un examen de la vista al menos una vez al año.

  • Haga ejercicio regularmente, no fume y proteja sus ojos de los rayos ultravioleta y de las lesiones.

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