La preparación de la cirugía cerebral para tratar los ataques epilépticos requiere varios pasos de preparación y pruebas. El médico le explica lo que puede esperar.
La evaluación prequirúrgica incluye un amplio historial médico, con una revisión de la actividad convulsiva, incluyendo el tipo, la frecuencia y la duración. Se realiza un examen físico completo para descartar causas no epilépticas de las crisis, como las asociadas a trastornos del sueño y del movimiento.
Una vez que se ha determinado que las convulsiones de la persona están relacionadas con la epilepsia y que el paciente no ha mejorado después de tomar la medicación, se pueden realizar una serie de pruebas para ayudar a localizar el foco de las convulsiones y proporcionar al cirujano información importante sobre el cerebro que es necesaria para la cirugía.
Qué pruebas se utilizan antes de la cirugía de la epilepsia?
Las pruebas específicas utilizadas dependen del tipo de epilepsia y del tipo de cirugía prevista, pero pueden incluir:
-
Electroencefalografía (EEG)
-- Un EEG registra las ondas cerebrales a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo. Un EEG es útil para diagnosticar trastornos cerebrales al detectar una actividad eléctrica anormal en el cerebro.
-
Resonancia magnética (MRI)
-- Una RMN utiliza campos magnéticos y un ordenador para crear imágenes de la anatomía, o estructura, del cerebro. Una resonancia magnética crea una imagen muy clara que puede mostrar las anomalías del cerebro con gran detalle.
-
Espectroscopia de resonancia magnética (MRS)
-- La MRS utiliza el mismo equipo que una resonancia magnética, pero utiliza un software informático diferente, que puede medir los componentes químicos del tejido cerebral.
-
Tomografía por emisión de positrones (PET)
-- La PET es una técnica de exploración que mide la actividad celular (metabolismo) en el cerebro y otros órganos, proporcionando información sobre la función del órgano más que sobre su estructura. Para una exploración PET, el paciente recibe un trazador químico antes de la exploración. El trazador se une a las moléculas de glucosa, que son indicadores del metabolismo. Tras la inyección, se toman imágenes con una cámara de exploración especial que mide la cantidad de glucosa utilizada por el cerebro. Las zonas de menor uso pueden señalar el foco de la convulsión.
-
Tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT)
-- La SPECT es una prueba que muestra el flujo sanguíneo en el cerebro. Se inyecta una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva en el torrente sanguíneo del paciente a través de una vena del brazo. Al cabo de varias horas, se realiza una exploración para ver cómo el cerebro ha absorbido el material. Esto proporciona una imagen de cómo fluye la sangre por el cerebro.
-
Evaluación del campo visual
-- Se realiza para medir el campo visual periférico (lateral) de la persona. La persona mantiene la cabeza quieta mientras mira un objeto delante o al lado.
-
Monitorización EEG-vídeo
-- Se utilizan cámaras de vídeo para grabar las convulsiones en el momento en que se producen, mientras que los electrodos de EEG en el cuero cabelludo monitorizan la actividad del cerebro. Las características del comportamiento de la persona durante una convulsión pueden ayudar a identificar el foco convulsivo. Esto suele hacerse durante varios días en una sala de monitorización especial.
-
Seguimiento invasivo
-- También llamada EEG intracraneal, esta técnica consiste en colocar quirúrgicamente electrodos dentro del cráneo directamente en o sobre un área específica del cerebro para registrar la actividad eléctrica. La monitorización invasiva también puede utilizarse para estimular áreas del cerebro y ayudar a determinar qué áreas están asociadas a funciones críticas como la memoria, el movimiento y el lenguaje.
-
Prueba de Wada
-- Esta prueba se realiza para determinar qué hemisferio (lado del cerebro) es dominante, o más responsable, de funciones críticas como el habla y la memoria. Si el foco de las convulsiones y el centro del habla o la memoria están en el mismo lado, la intervención quirúrgica puede modificarse ligeramente para evitar dañar o extirpar el área del habla/memoria del cerebro. Durante esta prueba, se inyecta alternativamente en cada hemisferio un medicamento para "dormirlo". Mientras un lado está dormido, el lado despierto se somete a pruebas de memoria, habla y capacidad de comprensión... del habla. Es posible que el paciente tenga que pasar la noche en el hospital.
-
Pruebas neuropsicológicas
-- Incluyen pruebas que evalúan la memoria, el lenguaje, la personalidad y el pensamiento. Proporcionan información de referencia y se repiten después de la cirugía para ver si hay algún cambio en el funcionamiento mental.
-
Evaluación psiquiátrica
-- Someterse a una cirugía por epilepsia es un proceso largo y difícil. Una evaluación psiquiátrica ayuda a la persona a desarrollar objetivos y expectativas razonables y a prepararse para las fases de cirugía y recuperación.
Qué es la cartografía cerebral?
El mapeo cerebral es una técnica para crear una imagen generada por ordenador de cómo se distribuye la actividad eléctrica en el cerebro. Permite al cirujano "ver" qué zonas del cerebro están activas durante tareas específicas, lo que le permite proteger zonas vitales del cerebro durante la cirugía.
La cartografía cerebral puede realizarse durante la cirugía con el paciente despierto, utilizando medicación para mantener a la persona relajada y sin dolor. Esto se hace para que el paciente pueda ayudar al cirujano a encontrar y evitar zonas del cerebro responsables de funciones vitales. Mientras el paciente está despierto, el médico utiliza sondas especiales para estimular distintas zonas del cerebro. Al mismo tiempo, se pide al paciente que cuente, identifique imágenes o realice otras tareas. El cirujano puede entonces identificar la zona del cerebro asociada a cada tarea.