Aprenda más del médico sobre las crisis de ausencia, un síntoma de la epilepsia.
Las crisis de ausencia, que afectan a unas dos de cada 1.000 personas (antes llamadas crisis de ''petit mal''), están causadas por una actividad eléctrica anormal e intensa en el cerebro.
Normalmente, las células nerviosas del cerebro (neuronas) se comunican entre sí emitiendo pequeñas señales eléctricas. Pero con una crisis, estas señales se vuelven anormales. Las convulsiones pueden afectar a una parte aislada del cerebro o implicar una actividad anormal en todo el cerebro (lo que se denomina convulsiones generalizadas). Las crisis de ausencia son una forma de crisis generalizada. Suelen producirse por algún tipo de esfuerzo.
Este tipo de crisis suele durar entre 10 y 30 segundos. La persona, en la mayoría de los casos un niño de entre 5 y 15 años, deja bruscamente lo que está haciendo (hablar, caminar) y parece "mirar al espacio". Las crisis de ausencia rara vez provocan una verdadera convulsión en la que la persona cae o se desploma. A pesar de perder brevemente el conocimiento, la persona se recupera completamente sin que persista la confusión u otros efectos nocivos. Estos "ataques" pueden ocurrir con poca frecuencia o varias veces por hora. En los niños, las crisis de ausencia pueden interferir en el aprendizaje y a menudo se interpretan erróneamente como ensoñación o falta de atención. Aproximadamente una cuarta parte de las personas que tienen crisis de ausencia desarrollarán otro tipo de crisis generalizadas llamadas crisis tónico-clónicas (antes llamadas crisis de "gran mal"). Sin embargo, la gran mayoría de los niños las superan.
¿Qué causa las crisis de ausencia?
Los científicos no están seguros de las razones subyacentes de las crisis de ausencia; sin embargo, algunas investigaciones sugieren que la genética puede desempeñar un papel.