La cirugía de la epilepsia puede ser una opción para las personas cuyas crisis no se controlan con la medicación o que no pueden tolerar los efectos secundarios de los medicamentos anticonvulsivos. Explicamos las diferentes opciones quirúrgicas para la epilepsia.
Una operación en el cerebro puede controlar las crisis y mejorar su calidad de vida. La cirugía tiene tres objetivos principales:
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Extirpar la zona del cerebro que provoca las convulsiones.
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Interrumpir las vías nerviosas que recorren los impulsos convulsivos en el cerebro.
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Implantar un dispositivo para tratar la epilepsia.
Cuáles son las opciones?
El tipo de cirugía que se realice dependerá del tipo de convulsiones que tenga y del lugar del cerebro en el que se inicien.
Resección de lóbulos: la parte más grande del cerebro, el encéfalo, está dividida en cuatro secciones llamadas lóbulos: frontal, parietal, occipital y temporal. La epilepsia del lóbulo temporal, en la que el foco de las convulsiones está en el lóbulo temporal, es el tipo más común en adolescentes y adultos. En una resección del lóbulo temporal, se corta el tejido cerebral de esta zona para eliminar el foco convulsivo. La resección extratemporal consiste en extirpar el tejido cerebral de zonas situadas fuera del lóbulo temporal.
Lesionectomía. Esta cirugía elimina las lesiones cerebrales -áreas de lesión o defecto como un tumor o un vaso sanguíneo malformado- que causan las convulsiones. Las convulsiones suelen cesar una vez eliminada la lesión.
Cuerpo calloso. El cuerpo calloso es una banda de fibras nerviosas que conecta las dos mitades (llamadas hemisferios) del cerebro. En esta operación, que a veces se denomina cirugía de cerebro dividido, el médico corta el cuerpo calloso. Así se interrumpe la comunicación entre los hemisferios y se evita la propagación de las convulsiones de un lado del cerebro al otro. Funciona mejor en personas con formas extremas de epilepsia incontrolable que tienen convulsiones intensas que pueden provocar caídas violentas y lesiones graves.
Hemisferectomía funcional. En una hemisferectomía, el médico extirpa un hemisferio entero, es decir, la mitad del cerebro. En una hemisferectomía funcional, el médico deja el hemisferio en su sitio pero lo desconecta del resto del cerebro. Sólo elimina una zona limitada de tejido cerebral. Esta cirugía se realiza principalmente en niños menores de 13 años que tienen un hemisferio que no funciona como debería.
Transección subpial múltiple (TSM). Este procedimiento puede ayudar a controlar las convulsiones que se inician en zonas del cerebro que no pueden extirparse con seguridad. El cirujano realiza una serie de cortes poco profundos (los llaman transecciones) en el tejido cerebral. Estos cortes interrumpen el flujo de los impulsos convulsivos, pero no alteran la actividad cerebral normal. Esto deja intactas sus capacidades.
Estimulación del nervio vago: un dispositivo colocado bajo la piel envía una descarga electrónica al nervio vago, que controla la actividad entre el cerebro y los principales órganos internos. Reduce la actividad convulsiva en algunas personas con convulsiones parciales.
Dispositivo de neuroestimulación con respuesta (RNS): los médicos colocan un pequeño neuroestimulador en el cráneo, justo debajo del cuero cabelludo. Lo conectan a uno o dos cables (llamados electrodos) que colocan en la parte del cerebro donde se inician las convulsiones o en la superficie del cerebro. El dispositivo detecta una actividad eléctrica anormal en la zona y envía una corriente eléctrica. Puede detener el proceso que da lugar a una convulsión.
Estimulación cerebral profunda. Los médicos colocan electrodos en una zona específica del cerebro. Estimulan directamente el cerebro para ayudar a detener la propagación de las convulsiones en adultos que no han respondido a la medicación y no son candidatos a otras cirugías.
¿Cómo funciona?
Depende del tipo de cirugía. Algunas personas están completamente libres de convulsiones después de la cirugía. Otras siguen teniendo convulsiones, pero con menos frecuencia. Tendrá que seguir tomando medicación anticonvulsiva durante un año o más. Una vez que su médico sepa que sus convulsiones están controladas, podrá reducir la medicación o dejar de tomarla.
Quién se somete a la cirugía de la epilepsia?
La cirugía sólo es una opción si:
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Su médico puede identificar claramente la zona del cerebro donde comienzan las convulsiones, llamada foco convulsivo.
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El área a extirpar no controla una función crítica como el lenguaje, la sensibilidad o el movimiento.
Si cumple esas normas, funciona mejor cuando:
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Sus convulsiones son incapacitantes.
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La medicación no controla sus convulsiones.
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Los efectos secundarios del medicamento son graves y afectan a su calidad de vida.
Las personas con otros problemas médicos graves, como el cáncer o las enfermedades cardíacas, no suelen ser tenidas en cuenta para este tratamiento.
¿Hay riesgos?
Antes de someterse a la cirugía, su médico le explicará los pros y los contras. Algunos riesgos son:
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Infección y sangrado, así como la posibilidad de una reacción alérgica a la anestesia. Son habituales en cualquier operación.
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Empeorar los problemas existentes o crear nuevos problemas en el funcionamiento de su cerebro. Podrías perder la visión, el habla, la memoria o el movimiento.
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Un retorno de las convulsiones.
Qué es una reoperación?
Si tiene una convulsión justo después de la operación, su médico puede sugerir una segunda cirugía (llamada reoperación). Esto no significa que la operación no haya funcionado. Suele significar que el cirujano no ha eliminado todo el tejido cerebral que provoca las convulsiones.