¿Qué es la atopia?

La atopia puede afectar al riesgo de padecer enfermedades alérgicas como el asma y la rinitis alérgica.

Cuando tienes atopia, tu sistema inmunitario es más sensible a los desencadenantes alérgicos comunes que respiras o comes. Por tanto, tiene una reacción más fuerte de lo normal a estos alérgenos, como el polvo, el polen, los cacahuetes o el marisco. Si tienes alergias o asma, es posible que la atopía esté detrás.

Lo que ocurre en la atopia

Cuando usted tiene atopia y un alérgeno entra en su cuerpo -a través de la piel, las vías respiratorias o la boca- su sistema inmunitario reacciona de forma exagerada. Trata a los alérgenos como si fueran gérmenes peligrosos y fabrica unos anticuerpos que combaten los gérmenes llamados inmunoglobulina E (IgE). Estas proteínas hacen que ciertas células liberen sustancias químicas que provocan síntomas de alergia en la nariz, la garganta y los pulmones, o en la piel.

¿Qué causa la atopia?

Los genes que has heredado de tus padres hacen que tu sistema inmunitario reaccione de forma exagerada. Las células inmunitarias producen demasiada IgE en respuesta a sustancias normalmente inofensivas de tu entorno, que el médico denomina desencadenantes.

Los investigadores creen que muchos genes pueden causar atopia. Alrededor del 80% de las personas con atopia tienen otros familiares con enfermedades alérgicas.

Afecciones relacionadas con la atopia

La atopia le hace más propenso a padecer afecciones alérgicas como las siguientes:

Asma. Esta afección inflama sus vías respiratorias y tensa los músculos que las rodean. Esto dificulta la respiración. Los alérgenos pueden desencadenar ataques de asma y provocar síntomas como sibilancias, falta de aire, opresión en el pecho y tos. Los medicamentos inhalados para el asma abren las vías respiratorias estrechas y ayudan a respirar con más facilidad.

Rinitis alérgica. También llamada fiebre del heno, la rinitis alérgica se produce cuando el sistema inmunitario confunde sustancias inofensivas como el polen o la caspa de los animales domésticos con algo peligroso. Libera sustancias químicas que provocan goteo nasal, picor de ojos y otros síntomas de alergia. Los medicamentos, las vacunas contra la alergia y el hecho de evitar los desencadenantes pueden ayudarte a controlar la rinitis alérgica.

Eczema. Esta enfermedad, también conocida como dermatitis atópica, provoca picor, sequedad, enrojecimiento e inflamación de la piel. Suele aparecer en el interior de los codos, en la parte posterior de las rodillas y en la cara y el cuero cabelludo. La piel puede brotar en respuesta a desencadenantes alérgicos como el jabón o el detergente. La mitad de las personas con eczema tienen también asma o rinitis alérgica. Las cremas antiinflamatorias e hidratantes y el hecho de evitar los desencadenantes pueden ayudarle a controlar los brotes.

Otras afecciones alérgicas también relacionadas con la atopia son:

  • Alergias a alimentos como el marisco, los huevos o los frutos secos

  • Inflamación del ojo, denominada conjuntivitis alérgica

  • Alergias a los medicamentos

  • Reacciones a las picaduras de insectos

  • Urticaria

  • Hinchazón bajo la piel llamada angioedema

  • Una reacción alérgica potencialmente mortal llamada shock anafiláctico

Cómo hablar con el médico sobre la atopia

Visite a un especialista en alergias si tiene síntomas de alergia como ojos llorosos, secreción nasal, sibilancias o urticaria y antecedentes familiares de alergias o asma. El médico le preguntará por sus antecedentes personales y familiares y por sus síntomas. Es posible que le hagan pruebas de sangre o de la piel para ayudar a encontrar sus desencadenantes. A continuación, usted y su médico pueden elaborar un plan de tratamiento para ayudar a controlar sus síntomas de alergia o asma.

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