Ortorexia nerviosa: Signos y tratamiento

Si tienes ortorexia nerviosa, significa que llevas la idea de la alimentación saludable demasiado lejos. Aquí hay algunas cosas que debes saber sobre este diagnóstico no oficial.

La ortorexia es un enfoque poco saludable de la alimentación de forma sana. Comer alimentos nutritivos es bueno, pero si tienes ortorexia, te obsesionas con ello hasta un punto que puede dañar tu bienestar general.

El doctor Steven Bratman, de California, acuñó el término en 1996. Significa fijación por una alimentación correcta. Desde entonces, muchos profesionales médicos han aceptado el concepto.

No es un diagnóstico oficial. Pero la idea básica es que incluye hábitos alimentarios que rechazan una variedad de alimentos por no ser lo suficientemente puros. Con el tiempo, las personas con ortorexia empiezan a evitar comidas completas que no cumplen sus normas o que no preparan ellas mismas.

Algunos expertos creen que hay similitudes entre la ortorexia y los trastornos alimentarios, como la bulimia y la anorexia nerviosa. Todos tienen que ver con la comida y el control.

Síntomas de la ortorexia

Si tienes ortorexia, es posible que:

  • Preocuparse por la calidad de los alimentos... Los altos niveles de preocupación por la calidad y el origen de los alimentos que consumes podrían provocar... ansiedad.

  • Evitar salir a comer fuera o evitar comer alimentos preparados por otros... por miedo a que los alimentos que no preparas tú mismo no cumplan con tus estándares.

  • Miedo a las enfermedades. Te preocupa la limpieza de los alimentos o si son malos para tu salud.

  • Mostrar signos físicos de desnutrición... Cuando limitas la variedad de alimentos que comes, es posible que no obtengas toda la nutrición que necesitas. Como resultado, podrías perder peso.

  • Una cosa es dedicar unos minutos a escudriñar la etiqueta de un producto o navegar por Internet para obtener más información sobre los ingredientes. Pero con la ortorexia, puedes pasar horas pensando en los alimentos y planificando las comidas.

  • Es normal que evites algunos alimentos porque no te gusta su sabor o cómo te hacen sentir. Pero en el caso de la ortorexia, puede decidir eliminar categorías enteras de alimentos de su dieta. Por ejemplo, puedes dejar de comer cereales, o cualquier alimento con conservantes, gluten o azúcar, o todos los alimentos que no parezcan saludables".

  • Miedo a perder el control... Sientes que estás haciendo lo correcto al comer sano. Pero también puede tener miedo de que comer incluso una comida que no haya preparado -incluyendo una cena en un restaurante- pueda ser desastroso.

  • Ser demasiado crítico con las elecciones de comida de tus amigos... Al mismo tiempo, puede que no tengas una explicación racional para las tuyas.

  • Te encuentras en un círculo vicioso... Tu preocupación por la comida te hace rebotar entre el amor propio y la culpa mientras cambias y restringes tu dieta.

Causas y factores de riesgo de la ortorexia

Cualquiera puede padecer un trastorno alimentario. Aunque las causas y los factores de riesgo varían de una persona a otra, se dividen en tres grupos principales:

  • Biológico: tener un familiar cercano con un trastorno alimentario, un historial de dietas o diabetes tipo I

  • Psicológicos: Perfeccionismo, insatisfacción con su cuerpo o antecedentes de ansiedad

  • Social/cultural: Ser objeto de burlas o de acoso por tu peso, haber tenido un trauma familiar que se extiende por generaciones (como los supervivientes del Holocausto), o creerse la idea de un cuerpo ideal

Diagnóstico de la ortorexia

Al igual que con la bulimia y la anorexia, su médico o nutricionista puede ser capaz de ayudar con la ortorexia. Debido a la parte emocional de la enfermedad, es posible que te pidan que acudas a un profesional de la salud mental.

En este momento, no hay criterios oficiales para hacer un diagnóstico porque la ortorexia no está incluida en el DSM-5, las directrices que los médicos utilizan para diagnosticar las condiciones de salud mental.

En 2016, Bratman y Thomas M. Dunn, PhD, un profesor de la Universidad del Norte de Colorado, propusieron un criterio de diagnóstico de dos partes para la condición:

El criterio A dice que la persona tendrá un enfoque obsesivo en la alimentación saludable y se angustiará por las elecciones de alimentos que consideran poco saludables. Perderán peso como resultado de las elecciones de alimentos, pero no porque lo estén intentando. Además:

  • Seguirán de forma compulsiva y se obsesionarán con las normas sobre la alimentación que creen que promoverán la salud.

  • Romper las reglas creará miedo a la enfermedad junto con ansiedad y vergüenza por sus elecciones alimentarias.

  • Las reglas se harán más duras con el tiempo. La persona puede hacer limpiezas.

El criterio B dice que la persona mi nota problemas de salud mental y física:

  • La dieta restringida puede provocar desnutrición, pérdida de peso grave u otros problemas médicos.

  • Sus creencias y normas rígidas pueden causar problemas en las relaciones sociales, o en el trabajo o la escuela.

  • Su imagen corporal y su sentido de la autoestima podrían depender de lo bien que sigan sus reglas de alimentación saludable.

Tratamiento de la ortorexia

La clave es reconocer que aunque comer alimentos saludables es bueno para usted, la forma en que lo está haciendo le está causando daño. Tendrás que entrenarte para pensar de forma diferente.

Si cree que tiene una relación poco saludable con la comida, su médico puede sugerirle estrategias de alimentación consciente. Los tratamientos más comunes son:

  • Exposición y prevención de la respuesta: Cuanto más te expongas a la situación que te provoca ansiedad, menos te alterará.

  • Modificación de la conducta: Entender los efectos negativos de tus acciones para poder cambiar lo que estás haciendo

  • Reestructuración cognitiva o reencuadre cognitivo, que te ayuda a identificar los hábitos y creencias que te causan estrés y a sustituirlos por pensamientos y acciones menos rígidos

  • Diversas formas de entrenamiento en relajación, como ejercicios de respiración, imágenes guiadas, meditación de atención plena, yoga y tai chi

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