Trombosis de la vena poplítea vs. Quiste de Bakers: La diferencia explicada

Una rodilla dolorida podría ser un signo de un problema mayor como la trombosis de la vena poplítea, pero no saque conclusiones precipitadas. Podría tratarse simplemente de un quiste de Baker. Aprenda a distinguirlo.

¿Qué es la trombosis de la vena poplítea?

La vena poplítea es uno de los vasos sanguíneos que transporta la sangre desde las piernas hasta el corazón. Pasa por detrás de la rodilla y sube por la parte posterior del muslo. Es uno de los vasos que los médicos denominan vena profunda porque está muy por debajo de la piel.

A veces, la sangre que fluye por esas venas puede formar un coágulo, un grumo grueso que puede impedir que la sangre pase sin problemas. El término médico para referirse a un coágulo de sangre es trombosis, y puede ser peligroso si se produce en un vaso sanguíneo como la vena poplítea.

Esto se debe a que los coágulos de las venas profundas pueden llegar a los pulmones y bloquear un vaso sanguíneo. Eso se llama embolia pulmonar y puede ser mortal.

¿Qué es un quiste de Baker?

Se forma cuando el cuerpo produce demasiado líquido que mantiene la articulación de la rodilla en movimiento. Puede ocurrir si te lesionas la rodilla o tienes una enfermedad que afecta a las articulaciones, como la artritis. También se llama quiste poplíteo porque se forma en la parte posterior de la rodilla.

Un quiste de Bakers puede hacer que la rodilla se sienta hinchada, rígida o incómoda. En raras ocasiones, puede abrirse y provocar una fuga de líquido hacia la parte inferior de la pierna. Eso puede doler y provocar más hinchazón.

Síntomas similares

Un coágulo de sangre en la vena poplítea y un quiste de Bakers tienen muchos síntomas comunes. Eso puede hacer que sea difícil para su médico saber cuál tiene, especialmente si el quiste se ha abierto.

Los signos de ambas afecciones son:

  • Hinchazón en la pierna

  • Dolor al ponerse de pie o al caminar

  • Enrojecimiento o calor en la zona inflamada

¿Cuál es cuál?

El primer paso de los médicos será buscar signos de inflamación y luego palpar la zona de la parte posterior de la rodilla al flexionarla.

Si eso no les da suficiente información, probablemente le recomendarán una prueba de imagen para obtener una mejor imagen de lo que está pasando. Estas pueden ser:

  • Ecografía, que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para obtener una imagen en directo del interior de la pierna en un monitor. El tipo de ecografía que se utiliza para buscar signos de coágulos sanguíneos en las venas profundas se denomina dúplex venoso.

  • Resonancia magnética, que utiliza potentes imanes y ondas de radio para obtener una imagen detallada del interior de las piernas.

  • Venografía, que utiliza un tinte para ayudar a mostrar los problemas dentro de sus vasos sanguíneos. El tinte le da a su médico una idea de cómo fluye la sangre dentro de sus venas.

  • Un análisis de sangre conocido como prueba del dímero D, que mide una proteína que está relacionada con los coágulos.

En el caso de un quiste de Bakers, la mayoría de sus síntomas pueden tratarse con hielo y analgésicos de venta libre. Si tiene una trombosis de la vena poplítea, puede necesitar medicamentos para tratar el coágulo antes de que pueda causar problemas mayores.

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