A medida que envejece, puede resultar más difícil luchar contra las enfermedades y las infecciones. A continuación, le indicamos las formas de limitar su exposición a los gérmenes cuando vaya a la consulta del médico, a la farmacia, al hospital y a otros lugares de atención sanitaria.
Cuando vas a la consulta del médico, te arriesgas a coger gérmenes y enfermar. Las consultas médicas, los hospitales y otros entornos sanitarios presentan un alto riesgo de exposición a bacterias y virus como los resfriados, la gripe y el Covid...
Los gérmenes pueden propagarse a través del contacto directo o indirecto con el personal sanitario o con otros pacientes. Si alguien enfermo estornuda, tose o habla cerca de ti, tú también puedes enfermar.
También puedes coger gérmenes al tocar revistas, pomos de puertas, botones de ascensores y equipos médicos. Si tocas una superficie infectada por gérmenes y luego te tocas la cara, las bacterias o los virus pueden entrar en tu cuerpo a través de la nariz, los ojos y la boca.
Tome estas medidas para reducir el riesgo.
Lávate las manos
Los expertos dicen que la mejor manera de evitar que los gérmenes te enfermen es lavarse bien las manos. He aquí cómo:
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Mójate las manos con agua corriente.
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Enjabónate las manos con jabón.
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Frótalas durante 20 segundos o más.
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Asegúrese de que el dorso de las manos, las muñecas, entre los dedos y debajo de las uñas.
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Enjuágate bien las manos bajo el grifo.
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Cierra el agua con el codo.
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Utiliza una toalla limpia para secarte las manos, o deja que se sequen al aire.
Si no tienes acceso a un lavabo y jabón, utiliza un desinfectante de manos. Asegúrese de que tenga al menos un 70% de alcohol.
Después de la visita al médico, lávate bien las manos.
No te toques la cara
Los virus y las bacterias entran en tu cuerpo cuando pasan a través de las membranas mucosas de tus ojos, nariz o boca. Si tocas algo en la consulta del médico y luego te tocas la cara, puedes enfermar.
Intente mantener las manos alejadas de la cara... La mayoría de nosotros nos tocamos la cara 23 o más veces cada hora... Puede ser un reto al principio. Pero puede evitar que los gérmenes se propaguen.
Tenga cuidado en las salas de espera
Practica el distanciamiento social. Mantenga una distancia de 2 metros de todos los presentes en la sala de espera.
Si la sala de espera es pequeña o está abarrotada, espere en otro lugar, como en el pasillo, fuera o en su coche. Pide al personal de la consulta que te llame cuando el médico esté listo.
Utilice una mascarilla
Utilice una mascarilla de tipo respiratorio, como una KN95... o una cubierta facial de tela ajustada. El consultorio médico o el hospital pueden rechazarla si no lo hace. Asegúrate de que se ajusta bien a tus orejas y te cubre la nariz y la boca. Lávalo cuando llegues a casa y después de cada uso.
Prueba a programar de forma inteligente
Pregunte al personal de su consultorio médico qué hacen para evitar el distanciamiento social. Sepa que las salas de espera suelen estar más limpias a primera hora del día. Intente concertar su cita a primera hora de la mañana. También puede intentarlo a última hora del día, cuando hay menos gente en la consulta.
Para los exámenes rutinarios, las pruebas y las vacunas contra la gripe, pida cita en primavera o verano, cuando hay menos enfermedades.
Prepárate para el futuro
Vacúnate contra la gripe todos los años. La vacuna de la gripe puede evitar que enfermes. Y si te expones a los gérmenes en la consulta del médico, la vacuna puede disminuir los síntomas y reducir el tiempo de la enfermedad.
Prueba la telemedicina
Cada vez más, los médicos y proveedores de atención sanitaria ofrecen telemedicina. En lugar de ir a la consulta, puedes hablar con tu médico por vídeo, teléfono o correo electrónico.
La telemedicina reduce el riesgo de exposición a los gérmenes. También es cómoda y puede ayudarte a mantener tu independencia, sobre todo si vives en un lugar remoto.
Obtenga recetas por correo
Los gérmenes también abundan en la farmacia. Si te recetan algo en tu visita al médico, en lugar de hacer un viaje a tu farmacia local, haz que te entreguen los medicamentos o prueba con una farmacia de pedidos por correo. Tus recetas llegarán directamente a tu casa y no tendrás que salir. También puedes llamar o conectarte a Internet para hacer preguntas u obtener información sobre los medicamentos.